Rajoy: "El principal logro del Gobierno es crear incertidumbre"
El líder popular acusa al presidente de que "España esté hoy más dividida que nunca"
"El principal logro del señor Zapatero es crear incertidumbre, la pérdida de certezas". Ésta fue la principal crítica que Mariano Rajoy, líder del PP, hizo ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Le dijo que desde que él llegó a La Moncloa "la política española es imprevisible". Y le acusó de "haber sembrado la discordia entre los españoles" hasta lograr que "España, que estaba unida, se muestre hoy más dividida que nunca".
Rajoy inició el debate con una breve mención a los límites del apoyo que el PP da al Gobierno tras el alto el fuego de ETA. "Lo que me interesa es si están dispuestos o no a dejar las armas". Y subrayó que "debe quedar bien entendido, como señala el Pacto por las Libertades, que de la violencia terrorista no se extraerá, en ningún caso, ventaja o rédito político alguno". Por eso, "el PP no prestará su apoyo a ninguna clase de negociación que tenga como objeto pagar un precio político a ETA, a sus cómplices o a sus sostenedores". Pues el fin es que "ETA pierda toda esperanza de lograr ni uno sólo de los objetivos por los que ha estado matando".
Tras ese arranque, Rajoy hizo un breve repaso de la situación económica para destacar que, según las encuestas, los españoles tienen una percepción pesimista de su propia economía familiar.
La inmigración y la delincuencia fueron, junto al modelo de Estado, las principales críticas de Rajoy a Zapatero. Y se convirtieron, tras la réplica del presidente, en el eje fundamental del debate entre ambos. Rajoy mantuvo que el principal problema de la inmigración no es la llegada de subsaharianos a Canarias. "Por cada inmigrante que se juega la vida en un cayuco, entran 100 por el Pirineo". Y, lo que es peor a su juicio, "por Barajas entran mafias de la droga y por el Pirineo los delincuentes más agresivos que hemos conocido jamás". Esas dos entradas no son, dijo, de "inmigrantes que vengan a ganarse la vida, sino de criminales". Por eso, exigió al Gobierno que "tome medidas para que no arraiguen en España los secuestros exprés, las bandas callejeras y los asaltos a domicilio".
Tras delincuencia e inmigración, Rajoy esbozó la censura de su partido a las políticas de Educación -"mejor hubiera sido que en vez de cesar a la ministra no hubiera aprobado la Ley Orgánica de Educación"-; vivienda -"ese ministerio sólo ha dado titulares tragicómicos"-; y Exteriores -"España ha desaparecido del mapa"-, para pasar al núcleo de su estrategia de oposición: la nación española. Rajoy mantiene que Zapatero "está desguazando la Constitución disimuladamente", a través de las reformas de los Estatutos.
"España no es una nación de naciones, ni de realidades nacionales, ni de culturas ni de territorios. España es una nación de ciudadanos, es decir, de voluntades individuales", clamó Rajoy. Y esto, a su juicio, Zapatero lo ha puesto en duda, "creando incertidumbre". Todo esto lo ha hecho, según Rajoy, por "sectarismo", por "inventar españoles de dos clases: buenos y malos, propios y ajenos, los que me aplauden y los que me estorban, los indispensables y los prescindibles".
Le acusó de "haber sembrado la discordia entre los españoles" con sus rememoraciones de la Guerra Civil. "Yo creo con firmeza que ni el PSOE de hoy, ni el PP, ni ninguno de los grupos que hoy se sientan en esta Cámara, tenemos nada que ver con los que fueron los bandos contendientes de una guerra de hace 70 años. Nada, afortunadamente". Por eso, tildó de "estúpido" que se "siembre cizaña" con vencedores y vencidos de aquello o pretender "que las cosas no se hicieron bien en 1978", en la Transición, "y hay que corregirlo todo".
El líder popular esgrimió el Pacto del Tinell y los eslóganes del PSC para el referéndum catalán como ejemplos del "sectarismo" de Zapatero. El presidente le replicó después que de ese Pacto del Tinell lo que ahora queda es que ERC votará lo mismo que el PP en el referéndum: ambos pedirán el no. Y sobre los eslóganes le reprochó la campaña publicitaria que hizo el PP de Andalucía contra el Estatuto catalán.
En las réplicas y dúplicas, el dato más llamativo fue el reproche de Rajoy al presidente del Congreso, Manuel Marín, al considerar que le dejaba muy poco tiempo. El PP hará de ese asunto un caballo de batalla, con el argumento de que los tiempos eran más equilibrados en los debates que mantuvieron Zapatero, en la oposición, y José María Aznar, en el Gobierno.
Ya sobre el contenido, Rajoy reprochó a Zapatero que centrara su réplica en hablar del anterior Ejecutivo popular y en lo que hizo la Alianza Popular de Manuel Fraga en 1978 y 1979. "Usted no ha hecho el debate de la nación, ha hecho el debate de la oposición". Y le pidió "hablar de la España de hoy".
Rajoy no aprovechó un envite de Zapatero sobre el Gobierno catalán, que sí usó luego el portavoz de CiU, Josep Antoni Durán. Zapatero se había burlado de que Rajoy censurara el Estatuto catalán, cuando ahora Josep Piqué lanza invitaciones a CiU para gobernar juntos en Cataluña. "Su partido en Cataluña está todo el día mendigando para gobernar con CiU. ¡Están como locos por gobernar con quien va a gestionar el Estatuto de Cataluña!", dijo Zapatero. Rajoy únicamente replicó que ha quedado claro que "el Estatuto catalán era un puro problema de poder".
LAS CLAVES DEL DISCURSO
- "El presidente del Gobierno ha sembrado la discordia entre los españoles"
- "Lo único que me interesa de ETA es si están dispuestos o no a dejar las armas"
- "Por cada inmigrante que se juega la vida en un cayuco entran cien por el Pirineo"
- "España, que estaba hasta ahora unida, se muestra hoy más dividida que nunca"
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