El conflicto de los médicos 'cartilleros' obligará a Salud a aumentar el gasto

La suspensión del decreto que imponía la jornada completa a los cartilleros (médicos que trabajan dos horas y media y cobran según las cartillas asignadas) representará un gasto adicional en personal al Departamento de Salud. La ampliación horaria de estos profesionales equivalía a la contratación de 350 facultativos, un recurso con el que Salud ya no puede contar, por lo que se plantea pedir a los médicos a jornada completa de los ambulatorios más saturados que trabajen también por las tardes.

El Departamento de Salud reconoció ayer que le ha significado un duro revés la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), hecha pública el lunes, en la que se suspende cautelarmente el decreto que aprobó la Generalitat a principios de año para que desaparecieran en la atención primaria los denominados cartilleros, o profesionales sanitarios de cupo y zona, que trabajan dos horas y media y cobran en función del número de afiliados a la Seguridad Social (cartillas) asignadas.

El decreto obligaba a los cerca de 600 médicos y enfermeras del Instituto Catalán de la Salud (ICS) que trabajan bajo este régimen a ampliar su jornada hasta las seis horas diarias. Tras la decisión judicial, la Generalitat no les puede obligar a cambiar sus condiciones de trabajo. Unos 90 de estos profesionales ya habían aceptado voluntariamente integrarse al régimen general a partir de mañana, 1 de junio. La Generalitat les preguntó ayer por carta si mantienen su decisión de ampliar la jornada a pesar de la decisión judicial.

Tanto la consejera de Salud, Marina Geli, como el director gerente del ICS, Raimon Belenes, admitieron ayer que la decisión del TSJC deja en papel mojado sus planes de ampliación de recursos humanos, que deberán revisarse a fondo. Salud calculaba que la ampliación horaria de estos 600 profesionales suponía un aumento de dedicación asistencial equivalente a la contratación de 350 nuevos efectivos en la atención primaria. Salud no puede contar ya con este sustancial incremento de dedicación a los pacientes, por lo que está buscando fórmulas que lo suplan.

Belenes admitió ayer la imposibilidad de contratar a corto plazo a 350 nuevos médicos y enfermeras, dada la situación de falta de profesionales sanitarios que sufre no sólo Cataluña, sino también el resto de España, que obliga incluso a recurrir a la contratación de facultativos extranjeros.

Para paliar la saturación asistencial que existe en algunos ambulatorios -en los de determinados barrios de Barcelona y algunos del área metropolitana-, la Generalitat se está planteando pedir a los sanitarios de estos centros que están a jornada completa que trabajen también algunas horas por la tarde. Esta ampliación horaria, destacó Belenes, sería remunerada y previamente pactada con los sindicatos.

Belenes señaló que se intentará ampliar "en la medida de lo posible" el número de profesionales que estaba previsto contratar este año (unos 240) en el marco del plan de choque anual de la atención primaria.

Más a largo plazo, el Departamento de Salud pretende reforzar el papel de la enfermería para la reducir la carga de trabajo de los médicos. "Implicar más al personal de enfermería en el seguimiento de los enfermos crónicos, por ejemplo, ayudaría a lograr este objetivo", señaló Belenes.

Unos 750.000 usuarios de la sanidad, mayoritariamente del área de Barcelona, tienen un médico cartillero, de manera que lo tienen a disposición sólo dos horas y media al día. Ello supone para estos pacientes un agravio comparativo respecto al resto de usuarios. Belenes y Geli recordaron ayer que el resto de comunidades autónomas ya han suprimido la contratación de cupo y zona y reiteraron que la Generalitat recurrirá el fallo del TSJC.