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Crítica:Feria de San Isidro
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Alegría, alegría

Antonio Lorca

Se perfiló Javier Valverde para matar al tercero de la tarde, se volcó sobre el morrillo y resultó aparatosamente volteado por el toro que lo buscó con saña, primero, en el aire, y, después, en el suelo, y lanzó traicioneros gañafones que, afortunadamente, no llegaron a mayores. Se levantó el torero hecho un Cristo y con él despertó el público que, hasta entonces, dormitaba de aburrimiento a causa de la tristeza de toros y toreros.

Hay un asunto que no acaban de entender muchos de los que visten el traje de luces: ésta es una fiesta alegre, cuyo primer objetivo es divertir, y debe alejarse, por tanto, del aburrimiento, los tiempos muertos y las lidias largas y premiosas. Y eso fue, justamente, lo que había ocurrido hasta la dramática voltereta de Valverde.

Cuadri / El Califa, Chaves, Valverde

Toros de Celestino Cuadri (el 4º, devuelto), muy bien presentados, con cuajo y astifinos, pero inválidos, mansurrones y descastados. El Califa: pinchazo, media atravesada -aviso- y un descabello (silencio); estocada caída (silencio). López Chaves: pinchazo atravesado -aviso- y cuatro descabellos (ovación); cuatro pinchazos -aviso- y cuatro descabellos (bronca). Javier Valverde: dos pinchazos y estocada (ovación); estocada (silencio). Plaza de Las Ventas, 29 de mayo. 20ª corrida de feria. Lleno.

Los toros de Cuadri traían la pena en la cara; nada sobrados de fuerzas, descastados y agotados, reservones, sin emplearse nunca, formaron entre todos un funeral de tercera. Y en esto llegó El Califa, y él y los suyos tardaron un mundo en colocar al primer toro en el caballo, otro en encontrar el terreno para las banderillas, y un tercer mundo hasta que el torero se acercó, por fin, a su oponente para impartir una clase de tedio.

Cuando la plaza dormitaba salió López Chaves, no muy alegre ciertamente, con otro regalo de Cuadri, inválido y noblote, que acudía con la cara alta. Se colocó Chaves al hilo del pitón, fuera de cacho y, además, citó al toro con el cuerpo excesivamente arqueado hasta componer una imagen descompuesta. Firme, seguro y valiente se presentó Valverde ante el tercero, rajado y sin recorrido, y ya estaban los tendidos roncando cuando surgió la voltereta y la gente cayó en la cuenta de que estaba en los toros.

Devolvieron el cuarto y se lució Florito, pero volvió El Califa con pocas ideas, inseguro y dubitativo ante el sexto, y el público le pidió que abreviara con el nuevo somnífero. Tomó López Chaves la muleta con la zurda en el quinto -un toro con más genio que casta-, y quiso decir que es mejor torero que lo que antes había demostrado. Lo citó de largo desde el centro del anillo, el toro se arrancaba como un tren, con la cara siempre a media altura, y los naturales resultaron emotivos, pero faltos de hondura. Siguió embistiendo el animal con codicia sin que hubiera entendimiento entre ambos y brilló más el toro que el torero que, además, se precipitó al matar y falló reiteradamente hasta el punto de deslucir su buena disposición. Muy triste fue el final de faena, con el público de parte del toro y enfadado con el salmantino, que no llegó nunca a dominar la situación.

Salió Valverde de la enfermería, donde le apreciaron dos puntazos corridos en el muslo derecho y distintas contusiones en la cara, para enfrentarse a otro toro reservón y de corto viaje con el que sólo pudo estar voluntarioso. Era un animal de preciosa fachada y astifino como sus hermanos, pero inválido y soso. Lo recibió Valverde con una larga cambiada en el tercio, y demostró, después, que puede ser torero hondo cuando el toro se lo permita. A esas horas, el público estaba cansado de tanto toro malo y toreros tristes y no tuvo en cuenta el esfuerzo del diestro.

Una tarde gris. Ni un solo quite, ni un solo recuerdo. Alegría es lo que necesita esta fiesta...

Javier Valverde sufrió una voltereta en su primer toro y fue atendido en la enfermería de dos puntazos y diversas contusiones.
Javier Valverde sufrió una voltereta en su primer toro y fue atendido en la enfermería de dos puntazos y diversas contusiones.LUIS MAGÁN

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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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