Tráfico multó en 2005 a más de 400.000 conductores por conductas peligrosas, el 63% más que el año anterior

El Servicio Catalán de Tráfico (SCT) tramitó el pasado año 417.118 expedientes sancionadores por conductas peligrosas al volante, el 63,6% más que en 2004, cuando se multó a 254.840 vehículos. Estas multas incluyen sanciones por conducir con exceso de alcohol y velocidad; mal uso o no utilización del cinturón, el casco u otros elementos de seguridad; denegación de auxilio o infracciones en intersecciones, adelantamientos y señalización de maniobras.

Por provincias, donde más se incrementaron los expedientes fue en Lleida, con un aumento del 97,3% y un total de 86.249 sanciones. Por su parte, Girona fue la provincia en que menos aumentó, el 42%.

En cuanto al exceso de velocidad, Tráfico impuso 249.493 multas, frente a las 116.358 del año anterior, lo cual supone el 114,4% más que en 2004. El director del SCT, Rafael Olmos, explicó que este incremento se debe sobre todo al mayor número de controles, ya que se duplicó la cantidad de radares de control de velocidad, lo cual explicaría que se hayan detectado más vehículos. Sin embargo, Olmos aseguró que en las carreteras donde se han instalado radares han disminuido los accidentes y la velocidad media.

Respecto al aumento de los conductores ebrios (se impusieron 24.039 multas en este apartado, lo que supone un aumento del 14,25%), el director del SCT lo justificó argumentando que ahora los Mossos d'Esquadra hacen controles más "selectivos", se va a los lugares donde se sabe que hay más probabilidad de interceptar a más conductores ebrios. No obstante, aseguró que, según sus indicadores, actualmente hay menos conductores que beban alcohol.

Finalmente, respecto al incremento de usuarios sin casco o cinturón, que asciende a 57.305 conductores (el 31,3% más que en 2004), también recordó las campañas de prevención, toma de conciencia y control selectivas, y que el pasado mes de julio empezó una campaña específica de control sobre el uso del cinturón en los asientos traseros de los coches.

Con todo, Olmos considera positivo que se detecten más infracciones debido a los controles.