El Superior aprecia indicios de tres delitos en la actuación de un mando de la Ertzaintza

La Sala de Gobierno del Tribunal Superior vasco ha remitido al Juzgado de Guardia de Irún la actuación de un mando de la Ertzaintza al entender que su comportamiento ante una juez de dicha localidad puede ser constitutivo de los delitos de obstrucción a la investigación, desobediencia y prevalencia de autoridad. El acuerdo del órgano responsable del principal tribunal vasco responde al escrito de queja presentado por dicha juez ante la propia Sala de Gobierno, en el que relataba la actuación de un subcomisario, quien cuestionó la calificación realizada por ella misma, y respaldada por el fiscal, en el caso de una pelea. La juez la calificó de homicidio en grado de tentativa. El mando policial, que mantiene una relación de parentesco con la acusada, replicó que eso suponía una "aberración jurídica".

La instrucción de una causa penal en un juzgado de Irún ha finalizado con una investigación a un subcomisario de la Ertzaintza ante los indicios de que este mando policial pudo supuestamente haberse prevalido de su cargo para obstruir los trámites en marcha y haber desobedecido a la autoridad judicial, según indicaron a este periódico fuentes conocedoras del acuerdo adoptado por la Sala de Gobierno.

Los hechos investigados se refieren a una agresión entre dos personas, una de ellas, al parecer, prima del subcomisario. En función del relato de los hechos denunciados, los partes de lesiones y otros elementos de la investigación, la juez, en consonancia con la fiscalía, calificó la actuación de la mujer agresora como homicidio en grado de tentativa.

La juez, sin embargo, percibió falta de diligencia en el trabajo policial por insuficiente y no ocultó su extrañeza ante dicha situación. Con los datos que obraban en su poder, la instructora convocó entonces a una reunión al comisario de la Ertzaintza, superior del mando ahora investigado. A la cita acabó acudiendo también de manera sorpresiva el subcomisario.

Según el relato de fuentes conocedoras del caso, desde un principio este mando defendió que las heridas producidas por la mujer a la otra persona implicada fueron hechas, en todo caso, en legitima defensa. Consideró una auténtica "aberración jurídica" la imputación delictiva contra su familiar y sostuvo que "a estas alturas" nadie tenía que enseñarle a hacer su trabajo. Además, cuestionó que se hubiese citado a su superior para quejarse ante él del trabajo de otro mando de la Ertzaintza.

La juez consideró improcedente la actuación de este agente y elevó un escrito de queja a la Sala de Gobierno del alto tribunal vasco, que lo analizó en su reuniópn del pasado día 19. Encabezada por su responsable, el presidente del Tribunal Superior, Fernando Ruiz Piñeiro, y tras considerar el escrito remitido por la juez, la sala adoptó una triple decisión. Por un lado, acordó deducir testimonio (abrir una nueva causa) y enviarlo al Juzgado de Guardia en Irún para que investigue los tres supuestos delitos en los que habría incurrido el citado mando policial como funcionario público en el ámbito de su actuación.

La segunda decisión que tomó el órgano de gobierno de los jueces vascos fue trasladar el asunto a la consejería de Interior para que, en el marco de sus competencias, haga lo que considere oportuno. Entre otras cuestiones, y aunque el asunto está siendo ahora investigado por un juzgado de Irún, la División de Inspección General (la unidad disciplinaria) puede abrir un expediente para analizar si el comportamiento del subcomisario en la investigación policial puede haberse apartado de la ley.

Finalmente, y dado que también pudo resultar afectada la independencia de la juez, la Sala de Gobierno ha elevado el caso igualmente al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para que evalúe los hechos y adopte las medidas que estime convenientes.

El asunto, tras ser remitido por el Superior al Juzgado de Guardia de Irún, ya ha sido adjudicado a uno de los cuatro jueces que trabaja en ese municipio guipuzcoano, según las fuentes informantes.