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Reportaje:65ª Feria del libro de Madrid

El arte de vestir las palabras

Andrés Trapiello hace un recorrido personal y apasionado por la historia de la edición en España

Andrea Aguilar

Que nadie se llame a engaño, en contra de lo que a primera vista pudiera parecer, Imprenta moderna. Tipografía y literatura en España, 1874-2005 (Campgràfic) no es una historia razonada de la tipografía española del siglo XX. Así lo explica su autor Andrés Trapiello en la primera página de este libro. Se trata más bien de un recorrido personal por lo que este escritor, poeta y tipógrafo, apasionado coleccionista de primeras ediciones, ha destilado después de 30 años de experiencia: "Muestro lo que a mí me parece lo mejor. Todo lo que hay está enormemente meditado, nada está elegido al azar", apunta. A pesar de la pausa en la publicación de sus diarios, Trapiello no renuncia a una visión subjetiva, esta vez, de una de sus grandes pasiones: la tipografía. Y así en este libro presenta su rendida admiración por figuras como Ricard Giralt-Miracle y su juicio sobre míticos impresores como Manuel Altolaguirre y Diego Lara. Del primero destaca "que aplicó muy bien lo del menos es más" aunque "los lomos de sus libros están todos reventados". Con el segundo -que define ante todo como "un gran creador" y a quien identifica como su maestro- confiesa sostener con su obra una cierta "relación de amor y odio". "En su revista Poesía, el envoltorio es en muchos casos superior al contenido. Esto plantea una consideración moral para todos los tipógrafos", afirma.

"Parece que con la democratización hemos bajado al artista y subido al artesano"
"El libro debe ser como un traje en el que te encuentras a gusto"

Trapiello parte de la idea de que el libro debe ser "como un traje en el que te encuentras a gusto, algo que te pones encima para hacer otras cosas". Su recorrido por la historia y los hitos que se esconden tras los tipos, tintas y gramajes de papel queda ilustrado con la reproducción de cerca de 200 portadas y de algunas páginas de los libros. El 80% de los ejemplares reproducidos pertenecen a su colección, que no deja de crecer. "Cada uno de los libros escogidos en su aspecto es de alguna manera modélico", afirma. Los pies de foto que acompañan a las imágenes salpican el texto central y explican con detalle no sólo cuándo y por quién fueron realizadas sino también el significado que Trapiello les otorga en un panorama más amplio.

Una histórica portada que reproduce la bandera española en vertical, de la primera edición en 1876 de los Episodios nacionales de Benito Pérez Galdós abre este singular recorrido. "Es muy sencilla y genial, porque aunque sólo la veas una vez nunca la olvidas", señala Trapiello. Tras la llegada de la República, al rojo y amarillo de esta portada vino a sumarse una franja morada, en una versión más acorde con los nuevos tiempos que fue retirada en las sucesivas ediciones posteriores a 1939 y que también aparece reproducida. El autor original de esta portada es anónimo, como muchos de los creadores gráficos de las obras en las que Trapiello se detiene. Esto le lleva a reflexionar sobre la proliferación de nombres y autorías en las ediciones actuales. "De alguna manera parece que con la democratización hemos bajado al artista y subido al artesano. Esto ha perjudicado enormemente a los oficios hechos básicamente de anonimato y además pone en evidencia a artesanos que tienen más yo -yoes amplios y bulímicos- que oficio". Pero la tipografía también está hecha de nombres propios, y así Trapiello subraya tres, definitivos en la tipografía española del último siglo: Juan Ramón Jiménez, Amster y Ricard Giralt Miracle.

Del poeta admira el "gusto casi infalible" y la "obligación moral de la obra bien hecha", con la que de alguna forma Trapiello no puede dejar de sentirse identificado. "Estaba convencido de que su poesía necesitaba estar bien editada, que le debía el mejor continente". Más que la impecable edición propiamente dicha, el escritor admira este compromiso ético de Juan Ramón con el oficio, reflejado en una cita que encabeza Imprenta moderna: "En edición diferente los libros dicen cosa distinta".

El caso de Amster atrae a Trapiello por la singular mezcla que en él se daba. "Ha sido el tipógrafo más completo. Era diseñador y calígrafo. Trajo a España la tradición centroeuropea y la estética revolucionaria comunista. Introdujo el concepto de propaganda". El nombre de Giralt Miracle va unido al de José Janés, "dos destinos que dan unidad al libro", subraya Trapiello. Su conocimiento minucioso del oficio y la introducción de la tradición catalana editorial, además de la alemana, les sitúan a la cabeza, según Trapiello.

Las letras, también son permeables a la ideología, y el escritor apunta algunos ejemplos históricos de ello: "Los nazis prohibieron el tipo futura y proclamaron el gótico como el tipo oficial. Cuando al salir fuera ven que no se lee bien, recuperan el tipo futura. Cada siglo está dominado por una tipografía, el XV por la gótica; el XVI por la manuziana; la elziviriana en el XVII; la de Bodoni en el XVIII; la romántica en el XIX y la futura en el XX. Las letras explican en parte su época". Entre los ejemplos actuales Trapiello menciona el tipo que emplea el nacionalismo vasco. "Es un tanto tosca y poco evolucionada, como cortada con el hacha de los aizkolaris. Casi siempre emplean las mayúsculas. Es una letra para grandes titulares y asadores vascos", bromea.

Fuera de estas páginas han quedado aquellos que a pesar de haber tenido estrecha relación con el mundo gráfico "desconocen la tradición tipográfica". Los motivos se encuentran en la clara definición que Trapiello tiene sobre este tema: "El libro ya está inventado, y la imprenta no hace más que copiar". El recorrido por las ediciones españolas modernas lleva a Trapiello a concluir que "en España se ha editado mal". Esto es, según dice, igualmente síntoma y causa del estado de la cultura española. "Hoy en día los procedimientos van a mejor y, sin embargo, algunos libros se hacen peor".

Algunas cubiertas de libros representativos de la historia de la edición española.
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Sobre la firma

Andrea Aguilar
Es periodista cultural. Licenciada en Historia y Políticas por la Universidad de Kent, fue becada por el Graduate School of Journalism de la Universidad de Columbia en Nueva York. Su trabajo, con un foco especial en el mundo literario, también ha aparecido en revistas como The Paris Review o The Reading Room Journal.

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