Participantes en un congreso pediátrico alertan sobre el sobrepeso y la anorexia

La incidencia del sobrepeso, la bulimia y la anorexia infantil se multiplicó por diez en los últimos 15 años. Andalucía es, tras Canarias, la comunidad con tasas más elevadas de trastornos alimenticios. Un 26,3% de los niños andaluces sufre sobrepeso y un 15,6 % de los menores tienen obesidad. Más de 400 especialistas analizaron esta situación durante el 13º Congreso de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, que se inauguró en Sevilla el pasado jueves y se clausuró ayer.

Los expertos alertaron sobre la evolución "extraordinariamente negativa" de la incidencia de los trastornos alimenticios entre la población más joven. Afirman que se debe al abandono de los hábitos saludables propios de la dieta mediterránea, como son la buena alimentación y el ejercicio físico. En estas dos recomendaciones centran su discurso los especialistas. "Es necesario que los niños, con la ayuda de los padres, reglamenten la dieta y la actividad física", afirma Federico Argüelles, presidente de este congreso.

Con todo, Argüelles no cree que a esta situación se llegue por el desconocimiento o desgana de los padres por afianzar en los niños buenos hábitos de conducta alimenticia. En su opinión, la creencia de que el niño, cuanto más redondito y rozagante, mucho mejor, está superada. "No es que los padres cuiden menos a los niños. Creo sinceramente que se preocupan más por estas cuestiones en el plano teórico. Lo que ocurre es que habitualmente no lo llevan a la práctica por falta de tiempo y por la descoordinación que hay en las horas de las comidas en la sociedad actual", dice Argüelles.

Los pediatras han puesto especial énfasis en las consecuencias negativas que el sobrepeso tendrá en los niños en su edad infantil y ya de adulto. "No ofrece ninguna ventaja y si muchos problemas", asegura Argüelles, quien detalla que los niños obesos tienen problemas de autoestima porque los compañeros habitualmente se mofan de ellos y, ademásm tienen más riesgo de sufrir accidentes porque son menos ágiles. "Un niño obeso tiene muchas probabilidades de ser un adulto obeso y de sufrir patologías articulares, enfermedades cardiovasculares o diabetes", añade.

Para erradicar esta evolución desfavorable de la obesidad, los médicos creen necesario "concienciar aún más" a los padres y a los niños de los trastornos y consecuencias que la obesidad les causará. "Es imprescindible cuidar todos los factores de la alimentación y evitar el sedentarismo con una educación preventiva, antes de que la situación no tenga remedio", afirma el presidente del congreso.

Asimismo, los pediatras alertan sobre el elevado número de horas que el niño consume de su ocio a ver la televisión, usar el ordenador o jugar a la vídeo consola. "Son habitualmente chicos con muy poca actividad física que están muchas horas pegados al televisor, donde no dejan de recibir mensajes de que deben consumir tal y cual alimento hipercalórico", detalla Federico Argüelles.

Los médicos recomiendan iniciar la jornada con un buen desayuno, basado en cereales y fruta. Esta comida evitará que el niño tenga hambre muchas horas de la mañana y picotee entre horas. Asimismo, sostienen que es recomendable elaborar una dieta equilibrada, en la que los menores ingieran mucha agua y zumos naturales.

Estos son algunos consejos de los especialistas para evitar la obesidad infantil

- Dieta equilibrada. Un poco de todo y mucho de nada.

- Evitar los dulces. No comer caramelos, golosinas y bollería industrial de forma sistemática entre comidas.

- Desayunar. Programar las comidas incluyendo el desayuno como la fundamental con cereales y fruta.

- Rechazar las bebidas carbónicas y azucaradas. Sustituir estos líquidos por agua y zumos naturales.

- Ejercicio físico. Mantener una actividad física regular.