La Feria del Arte de Buenos Aires se cierra con gran éxito de público

La clase media argentina sigue refugiándose en el arte y se ha lanzado a la adquisición de obras artísticas, especialmente pinturas. Así, durante siete días, la capital argentina se ha convertido en el mercado de arte más importante de Suramérica, con la celebración de una muestra que año tras año va batiendo récords tanto en número de visitantes como en volumen de compras. La Feria del Arte de Buenos Aires (Arteba) se ha situado como la más importante muestra de arte moderno del subcontinente, después de la Bienal de São Paulo, que se celebrará este año.

A medio camino entre la muestra profesional y la celebración popular, Arteba ha apostado en su XV edición sobre seguro, primando a los artistas conocidos por el gran público sobre las propuestas más vanguardistas y dando preferencia a la pintura y, en menor medida, a la escultura sobre el vídeo, las instalaciones y otras formas de expresión artística. En cualquier caso, los más de 100.000 visitantes que se han acercado por el recinto de La Rural, en el centro de la capital argentina, han podido observar un notable aumento en los precios de las obras, un signo inequívoco de que el mercado se está moviendo, y mucho.

"Se está produciendo una situación que después de 2002

[año que siguió a la catástrofe económica e institucional] no pensamos que iba a volver", destaca Juan Pablo Correa, subdirector de la revista cultural Negra, quien, no obstante, señala que en la muestra "faltaba un poquito de riesgo y sorpresa". Entre los artistas más destacados cuyas obras se podían contemplar figuraban la pintora Sarah Grillo o el fallecido Pablo Suárez, Annmarie Heinrich, el cubista Emilio Pettoruti o Antonio Berni, algunas de cuyas obras alcanzaron los 300.000 dólares en la compra. También se expusieron obras de León Ferrari y Xul Solar. En la presente edición, la feria ha contado con 63 galerías expositoras, de las cuales 46 han sido argentinas y el resto han procedido de Brasil, Estados Unidos, Chile, Colombia, Costa Rica y Venezuela. La muestra también ha contado con expositores españoles en algunos de los stands, como Luis Adelantado, quien presentó instalaciones de fotografía, vídeo y escultura.

Una de las aspiraciones de los organizadores de Arteba es incluir la muestra en el calendario internacional que siguen los más importantes galeristas y coleccionistas. Una "ruta" en la que pretende insertarse entre la madrileña Arco, en febrero, y la Feria del Arte de Basilea, en junio. "El problema es que Arteba todavía no tiene definido su modelo", advierte Correa. "Tal vez algunos piensan que se trata de una mezcla de encuentro profesional y fiesta selecta, pero luego llega el gran público, desborda esas previsiones y la convierten en una gran celebración popular. Hay muchísimos visitantes que no van ni a comprar, ni con una mirada entendida. Van a disfrutar", añade.

En paralelo a la exposición artística propiamente dicha se han celebrado diversas actividades que han aumentado notablemente el poder de convocatoria para el gran público. Desde conciertos a charlas y conferencias, el arte ha sido analizado y explicado a los asistentes desde múltiples perspectivas, ya sea, por ejemplo, la de los conservadores de importantes colecciones de arte moderno a los responsables de la información sobre cultura de los principales diarios del mundo.