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La Delegación del Gobierno convoca una reunión sobre los 'secuestros exprés' de Moratalaz

La urbanización afectada por los asaltos estudia contratar vigilantes privados

La Delegación del Gobierno ha convocado para la semana que viene una reunión sobre la ola de secuestros exprés que sufre desde hace 15 días una urbanización de Moratalaz. En la reunión estarán representantes del PSOE, PP e IU, junto con mandos policiales. Los residentes, a su vez, están estudiando contratar vigilancia privada para que ningún otro vecino termine secuestrado en el maletero de un coche. Pero hay un inconveniente: el alto coste de este servicio. "Tener un vigilante privado nos va a costar a cada familia 70 euros mensuales", se queja una vecina.

Moratalaz es el segundo distrito más seguro de la capital por detrás de Barajas, según los datos presentados por la Junta Local de Seguridad el pasado febrero. Un distrito residencial, tranquilo, "aburrido" incluso, como señalan algunos vecinos. Pero esa calma se ha visto rota en los últimos 15 días por el secuestro exprés de cuatro vecinos de una misma urbanización. Los asaltantes, después de retenerles en el maletero del coche, les han robado de los cajeros automáticos al menos 600 euros.

Ante esta oleada criminal, la Delegación del Gobierno ha convocado para la semana próxima una reunión en la que estarán miembros del Cuerpo Nacional de Policía, de la Policía Municipal y de los tres partidos políticos con representación en la Junta de Distrito (PSOE, IU y PP).

El presidente del PP en Moratalaz y consejero de Sanidad, Manuel Lamela, había reclamado el miércoles pasado una reunión de este tipo, a lo que la Delegación del Gobierno le ha respondido afirmativamente, aunque advirtiéndole de que también serán convocados representantes de otros partidos. Este tipo de reuniones sólo se habían convocado con ocasión de otros conflictos suscitados en la capital, como ocurrió en Villaverde hace un año, cuando un joven murió acuchillado en una pelea.

Los residentes de Moratalaz se movilizan para que no vuelva a repetirse un secuestro exprés en la zona. La urbanización afectada comprende varios números de las calles de Luis Hoyos Sáinz y Valdebernardo. En total hay 830 vecinos y seis garajes, lo que dificulta lograr un acuerdo sobre la contratación de un servicio de seguridad privada. "Somos funcionarios de clase media y ahora tenemos que plantearnos algo que antes ni se nos hubiese pasado por la cabeza: un vigilante privado con perro", se quejó una vecina.

Varias compañías de seguridad ya se han apresurado en ofrecer sus servicios a los vecinos. "Nos piden 70 euros mensuales por familia. Es demasiado dinero", explicó un residente. En cambio, el administrador de dos de los garajes asegura que entre los residentes que los comparten había consenso para contratar al menos a un vigilante.

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En las calles había ayer muchos coches aparcados porque aún hay vecinos que tienen miedo a dejar su vehículo en el garaje.

Pesquisas por buen camino

La policía no ha detenido a ninguno de los secuestradores, aunque fuentes próximas a la investigación aseguran que ésta va "por buen camino". Los cuatro asaltados coinciden en que los atracadores son tres o cuatro latinoamericanos y con gorros en la cabeza. Amedrantan a sus víctimas con pistolas y navajas.

La descripción coincide con la que hace un vecino de Barajas de 45 años y que el pasado 4 de mayo sufrió un secuestro exprés de siete horas. "A las 6.15 me metí en el coche, que lo tenía aparcado al lado del portal, para ir a trabajar. De repente me entró uno por el lado izquierdo con una pistola, otro por el derecho con un cuchillo, y otro se sentó detrás. Uno me empujó la cabeza contra el volante y me gritó: '¡Como nos mires, te mato!". Luego le encerraron en el maletero. "Me quitaron las llaves de casa y la documentación. Entraron en mi vivienda y me desvalijaron todo: la televisión, el ordenador, el DVD, cámaras de vídeo y de fotos... Incluso las Gameboy de los niños. Menos mal que mi familia no estaba en casa", contó ayer. A esta víctima, al igual que a uno de los secuestrados en Moratalaz, los delincuentes le inmovilizaron atándole los dedos pulgares con una brida de plástico. Y también, como a ellos, dejaron un espacio entre el asiento trasero de su coche y el maletero para que pudiera escapar.

Uno de los secuestrados de Moratalaz explicó que en la comisaría de San Blas le habían mostrado un gorro negro con caracteres blancos, una navaja y una pistola de perdigones que podrían ser de sus asaltantes. "Cuando me tiraron al suelo durante el secuestro, agarré el cañón de la pistola. Luego en la comisaría me han hecho tocar la pistola que tenían allí y es la misma", explicó este hombre. Y agregó: "Me han enseñado unas fotos y he podido identificar a dos de los asaltantes. El policía me ha dicho que esos hombres eran los dueños del gorro, la navaja y la pistola".

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