Izquierda Verde exige al Gobierno el cierre de todas las centrales nucleares para 2018
Izquierda Verde (el grupo parlamentario formado por Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds) exige al Gobierno que cumpla con su promesa de programar el cierre de las centrales nucleares. Joan Herrera, portavoz de este grupo parlamentario, anunció ayer que presentará la cuestión "con fuerza" en el próximo Debate sobre el Estado de la Nación, junto con una propuesta de calendario, según el cual la última central nuclear debería dejar de funcionar en 2018.
Herrera explicó que el objetivo de su grupo es que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero "abra las negociaciones" sobre el futuro de las centrales y no permitir que la discusión se posponga hasta la próxima legislatura, como indicó el Ministerio de Industria. En sus conclusiones al término de la mesa de diálogo sobre la energía nuclear, el secretario general de Energía, Antonio Fernández Segura, señaló que hacen falta "no menos de dos o tres años de debate" para resolver la cuestión.
IU-ICV propone que las plantas nucleares cierren al cabo de 30 años de funcionamiento. Según su plan, la primera en hacerlo sería Garoña, que, en opinión de Herrera "debería ser cerrada inmediatamente", al igual que la central Vandellós II, pues ambas -aseguró Herrera- tienen "problemas de seguridad". Según el calendario de IU-ICV, las siguientes centrales nucleares en cerrar serían Almaraz I (2011) y Almaraz II (2013). La última, Trillo, en 2018.
Los Verdes (que tienen un diputado integrado en el Grupo Socialista) también exigieron ayer, mediante un comunicado, el cierre inmediato de Garoña, que tiene licencia para operar hasta 2009. Hoy, el Congreso de los Diputados someterá a votación una moción sobre su futuro. "Se trata de una central antigua, obsoleta, insegura y peligrosa, que aporta muy poco desde el punto de vista energético", afirma el comunicado del Los Verdes.
Inversión en renovables
IU-ICV propone también que tras el vigesimoquinto año de funcionamiento -cuando ya deben estar amortizados sus gastos de construcción- las centrales nucleares destinen el 70% de sus ingresos a un fondo. El monto así obtenido ascendería a 1.500 millones de euros y se dedicaría al desarrollo de fuentes de energía renovables (50%), a la mejora de la seguridad de las centrales (20%) y a la dinamización de las comunidades donde se asientan las centrales (15%). Otro 15% quedaría como beneficio para las empresas eléctricas.
Joan Herrera opinó que con el desarrollo de las energías renovables y adecuadas estrategias de ahorro y eficiencia se podrá prescindir de la energía de las nucleares, que actualmente aportan alrededor del 20% de la electricidad que consume España. No obstante, declaró que las políticas del Gobierno en esta materia "son insuficientes".
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