La Guardia Urbana inmovilizará las motos ruidosas

La Guardia Urbana de Barcelona inició ayer una campaña contra los ruidos de los vehículos para reducir la contaminación acústica, por la que los agentes podrán multar a los infractores con la retirada condicional del permiso de circulación del vehículo o su inmovilización.

Los agentes, equipados con sonómetros para verificar el nivel de decibelios, velarán por que los turismos, y "especialmente las motocicletas", no sobrepasen los niveles permitidos, ya sea por anomalías técnicas, aceleraciones bruscas o uso indebido del vehículo. Si se superan los niveles permitidos, los agentes efectuarán una comprobación con los sonómetros y, si superan entre uno y cinco decibelios el nivel máximo permitido, se presentará una denuncia condicional con intervención del permiso de circulación del vehículo.

Los infractores tendrán 15 días para subsanar las anomalías y volver a pasar el control de ruidos en cualquiera de los cuarteles de la Guardia Urbana. En los casos en que el nivel de ruido supere en más de cinco decibelios lo permitido, el vehículo será inmovilizado por la Guardia Urbana. La campaña, que contará con una dotación de 30 patrullas, se llevará a cabo hasta el próximo 31 de mayo.