Un homenaje a Picasso

Tres aniversarios marcados en el calendario de 2006 son el argumento perfecto y el que El País Semanal de mañana esgrime para homenajear en sus páginas a través de plumas y pinceles ilustres al pintor malagueño Pablo Ruiz Picasso. Han pasado 125 años desde su nacimiento; 70 desde que fuera nombrado director del Museo del Prado, y 25 de la llegada a España del Guernica, lienzo emblemático convertido en icono del horror de la Guerra Civil, que el Gobierno de la II República le encargó para la Exposición Universal de 1937 en París.

En 20 páginas de literatura y arte se describe al Picasso pintor, artista, hombre, al exiliado, al amante, al esposo. Al joven y al maduro Picasso se le descubre a través de Mario Vargas Llosa, John Berger, Juan Cruz, Luis García Montero, Manuel Vicent, Julio Llamazares y Gustavo Martín Garzo, que pintan con palabras el espíritu de un vanguardista legendario y la grandeza del símbolo que representó el Guernica. Eduardo Arroyo, Victoria Civera, Juan Uslé, Albert Rafols-Casamada, Óscar Mariné y Roberto Otero sacan de su paleta un abecedario de símbolos que fructifican en forma de ilustración y fotografía para narrar al autor en su alma de acróbata, amigo, espejo...

La esencia marcada por el Ruiz fue lo primero que "cayó simpático" a García Montero, que no deja de recordar en el escrito que mañana brinda al genial artista "que debajo de Picasso estaba Ruiz, porque el apellido que olía a París, a la vida bohemia y al furor estético descansaba en otro apellido mucho más español, con aire de buena pintura decimonónica y de dibujo detallista"."El artista incandescente", como Vargas Llosa le define en el texto con el que brinda a su salud en El País Semanal de mañana. Un brindis para un autor que, según Vargas Llosa, "como un Goya, como un Rubens, abre tal cantidad de puertas que no hay una escuela moderna de pintura que lo iguale (...)".

Trece miradas al artista, 13 imágenes diferentes. En las páginas de El País Semanal encontramos anécdotas sobre su apasionada vida, sobre su relación con las mujeres. Porque su obra, como su vida, estuvo plagada de eso, de vida. "Todo le interesa. Nada le es ajeno", cuenta Martín Garzo. La vida, el genio, las historias, es posible que como dice Juan Cruz todo sea mentira pero también en sus palabras de Picasso hay que decir que "era un genio tan grande como el mundo, y cualquier cosa que se diga de su legado suena a leyenda".