"Estoy dispuesto a volver para recoger la Palma de Oro"
Aplaudido y vitoreado a su paso por las calles de Cannes, el realizador manchego se muestra relajado, tranquilo y expectante después de haber mostrado Volver en Francia, país en el que su filmografía es reverenciada por miles de seguidores. Considera que la historia que narra en su última película es "la más local" de las que ha contado para el cine hasta ahora. "Tenía cierto temor a que el público no la entendiese bien, pero sé que se han reído con algunos de los diálogos y eso me tranquiliza bastante", contó ayer el cineasta.
Todavía en proceso de asimilar el saberse ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Artes, Almodóvar no quiere hacerse demasiadas ilusiones con la Palma de Oro, máximo galardón que otorga el Festival de Cannes. "Cuando aceptas participar en un concurso sabes a lo que te arriesgas. No puedo decir que no me gustaría tenerla entre mis manos, pero todavía hay mucho cine por ver y no podemos olvidar que se presentan, entre otros, directores como Ken Loach, Nanni Moretti o Sofia Coppola -que ayer acudió al pase de Volver y que concursa a su vez con Marie Antoinette- Ahora, estoy dispuesto a volver a Cannes para recogerla si me llaman".
"Me he detenido y he mirado hacia atrás. El guión y la película son el producto de esa mirada"
Almodóvar dijo estar contento con el jurado que tiene que decidir sobre su película, porque "es mayoritariamente de actores y eso creo que para mí es bueno". No quiere obsesionarse con los galardones porque, según su teoría, todos los premios son importantes si los consigues y dejan de serlo si no los logras. "Los premios no te resuelven los problemas que tienes en la vida, porque al día siguiente te miras en el espejo y tienes las mismas arrugas, o más, no has adelgazado nada y sigues un poco más viejo. Ésa es la realidad y a mí me gusta pisar tierra y ser consciente del mundo en el que vivo".
El realizador español explicó que en su película se produce un regreso a sus raíces manchegas más profundas que le ha servido de bálsamo para reconciliarse con su pasado y con su infancia. "Creo que no fui demasiado feliz cuando era niño, al menos yo no lo recuerdo así. Me he detenido y he mirado hacia atrás. El guión y la película son el producto de esa mirada". Una mirada que, según reconoce Almodóvar, le ha servido para encontrarse, para ser consciente del paso del tiempo. "Yo no había pasado la crisis de los 40 porque me lo estaba pasando muy bien, y un día te das cuenta de que tienes la de los 40 y la de los 50 encima y que todavía tienes muchas cosas por resolver. No tengo solucionado el tema de la muerte y no puedo decir que no le tenga cierto respeto".
Un temor que no tienen las mujeres que aparecen en la película, que asumen con naturalidad la última fase del proceso de la vida. Para explicarlo, Almodóvar alude a las primeras imágenes de la película, en las que 40 mujeres se afanan por dejar relucientes las tumbas de sus muertos. "Yo no he ido nunca a limpiar las lápidas, pero sí mis hermanas y eso se vive en muchos lugares de España como algo absolutamente natural".
Almodóvar explica que con Volver quería hacer una película de mujeres, de todas las mujeres que ha ido conociendo a lo largo de su vida y de las historias que les ha ido escuchando entre susurros; que cuando escribió el guión ninguna de las actrices estaba en su mente, y que luego fueron apareciendo Carmen Maura, Penélope Cruz, Lola Dueñas, Blanca Portillo y Yohana Cobo.
El cineasta español no se encuentra tentado por rodar una película en Estados Unidos. Incluso contó que le ofrecieron dirigir Brokeback Mountain, que finalmente realizó Ang Lee. "Los sistemas de producción en ese país no van con mi estilo de hacer cine. No me ha interesado hasta ahora y no creo que tuviese la libertad que tengo en Europa".
El 'glamour' de las españolas
Penélope Cruz, con un espectacular vestido palabra de honor color champán; Carmen Maura vestida de rojo; Yohana Cobo, de color caramelo, y Lola Dueñas y Blanca Portillo, de negro, se mostraron espectaculares caminando sobre la alfombra roja del Palais y bien distintas al aspecto que muestran en la última película de Almodóvar. "Salir fea y desaliñada es mucho más fácil que mostrarte estupenda en la pantalla. Además, el papel es mucho más apreciado porque todo el mundo piensa que te ha resultado todo mucho más difícil de realizar. Ahora bien, cuando me vi en la pantalla sufrí un verdadero shock. No podía imaginar que tenía un aspecto tan terrorífico", dijo ayer Carmen Maura, encantada de visitar de nuevo Cannes y dando ánimos a sus compañeras de reparto Blanca Portillo, Lola Dueñas y Yohana Cobo, que se estrenaban en esta nueva aventura. "Nosotras tenemos que caminar como lo que somos, actrices, y representando nuestro papel como mejor sabemos hacerlo", apuntó Maura. "Habíamos pensado ensayar por la escalera de incendios del hotel en el que estamos alojadas, pero luego desistimos de la idea", indicó con sorna Blanca Portillo.
Babelia
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