En 2005 hubo 207 robos violentos en viviendas de poblaciones vigiladas por los Mossos

Un total de 207 viviendas situadas en zonas de Cataluña en las que están desplegados los Mossos d'Esquadra sufrieron durante el año pasado robos con violencia o intimidación a sus inquilinos. De éstos, 113 fueron resueltos por la policía autonómica con la detención de 98 de sus presuntos autores. Según datos facilitados ayer por la consejera de Interior, Montserrat Tura, 33 de esos 207 robos con violencia o intimidación se produjeron en la ciudad de Barcelona, donde los Mossos se desplegaron el pasado 1 de noviembre, y hubo siete detenidos por esos hechos.

Tura declaró ayer a Catalunya Ràdio que "comprendía" la alarma generada por los asaltos violentos a casas situadas en urbanizaciones y aseguró que los Mossos d'Esquadra han reforzado la vigilancia. Sin embargo, la titular de Interior también recordó que en Cataluña hay municipios con hasta 80 kilómetros de calles de urbanizaciones que resultan "difíciles de vigilar".

"Estamos muy pendientes de este problema", añadió la consejera, quien diferenció los robos violentos de los cometidos por los denominados "silenciosos", que entran en las casas por la noche "y procuran que los ocupantes no se despierten". La responsable de Interior aseguró que los Mossos han detectado que los llamados "silenciosos" están optando últimamente por entrar en los garajes de las viviendas para llevarse los coches, sobre todo los de gama alta "porque en el mundo hay un mercado negro muy potente, como antes había uno de radiocasetes de coches".

Distintas nacionalidades

Sobre la procedencia de este tipo de ladrones, la consejera explicó que los Mossos tienen un grupo de investigación específico para estos delitos, que el año pasado detuvo a "silenciosos" de 12 nacionalidades distintas, en las que predominan los países del Este de Europa.

En el caso de los detenidos por robos violentos o intimidación en casas habitadas, se han contabilizado ocho nacionalidadistintas diferentes, entre ellas la española. La consejera reconoció la "alarma extraordinaria" que causan los robos con violencia y recomendó que se avise a la policía de cualquier sospecha, que se refuercen los sistemas de seguridad pasiva, como rejas o alarmas, y que no se ofrezca nunca resistencia.