Asaltos en Cornudella y Ulldemolins

Cornudella de Montsant (Priorat) se despertó ayer con la noticia de dos nuevos robos. Los ladrones aprovecharon la noche para sustraer el poco dinero del hogar de jubilados del pueblo, una furgoneta isotérmica y la emisora de un camión. Y en el vecino pueblo de Ulldemolins, que limita con Les Garrigues y está a unos 20 kilómetres de El Vilosell -donde una banda asaltó en una noche 20 viviendas el martes pasado-, la alcaldesa asegura que en la última semana han sufrido cuatro robos más en domicilios particulares y otro en el sindicato agrícola.

Los alcaldes de la zona firmarán próximamente un manifiesto para exigir el despliegue inmediato de los Mossos d'Esquadra, asegura la alcaldesa de Ulldemolins, Misericòrdia Monlleó (CiU). La sensación de alarma en estas dos localidades del Priorat ha ido en aumento tras comprobar que los robos en Ulldemolins seguían el mismo patrón que los de el cevino El Vilosell: silenciosos, aprovechando la noche y sin violencia.

"De acuerdo en que pueden ser bandas del este de Europa, pero el robo autóctono también existe", señala el alcalde de Cornudella, Josep Maria Castán (ERC). En este pueblo, los ladrones hasta tuvieron tiempo de tomarse una cerveza en uno de los almacenes en los que entraron a robar. En Ulldemolins, los botines han sido objetos de valor, maquinaria agrícola, dinero, un vehículo y una motocicleta Harley Davidson que ya ha sido recuperada. Los ladrones, antes de cometer los robos, cortaron las líneas telefónicas del pueblo para neutralizar las alarmas y evitar que algún vecino alertara a los cuerpos de seguridad.

Ambos alcaldes coinciden en denunciar la "alarmante" falta de vigilancia y la poca "atención" que prestan las administraciones a esta zona, a la que la Guardia Civil no llega antes de una hora y media después de avisarla. Incluso el pequeñísimo núcleo de Albarca, perteneciente a Cornudella y donde apenas hay media docena de viviendas, ha sufrido robos la última semana.