170.000 chicos de 14 a 18 años admiten haber tomado cocaína -
P El consumo adolescente se multiplica por cuatro en 10 años - Sanidad avisa de que el riesgo de infarto se dispara con la droga
La cocaína es una droga en alza. Unos 170.000 adolescentes (de entre 14 y 18 años) la han tomado al menos una vez en el último año, según los datos del Ministerio de Sanidad. Por ello es ya la segunda sustancia ilegal que más problemas sociales y sanitarios causa, por detrás de la heroína, y la primera en nuevos adictos. Este auge se basa en la falta de percepción de riesgo ante la droga, advirtió la ministra de Sanidad, Elena Salgado. Pero este peligro existe: multiplica por 24 el riesgo de tener un infarto cardiaco y un 20% el de sufrir un ictus.
"Hay que derribar los falsos mitos sobre la cocaína", dijo Salgado. Entre ellos está el de su supuesta inocuidad y el de que crea difícilmente adicción. Para ello, Sanidad presentó ayer un libro, Adicción a cocaína: neurobiología clínica, diagnóstico y tratamiento, elaborado por el psiquiatra del hospital Puerta de Hierro de Madrid y profesor de la Universidad Autónoma de la capital, Luis Caballero. "Se trata de una obra destinada al personal sanitario", pero que puede servir para establecer la situación de la adicción a la cocaína en España, dijo su autor. Las conclusiones del trabajo, que ha sido financiado por el Plan Nacional sobre Drogas, se exponen a continuación.
- Adicción. A diferencia de otras drogas, como el alcohol
o la heroína, la adicción a la cocaína se manifiesta de manera intermitente, "asociada a algunas situaciones", como algunas prácticas recreativas, señalaron Caballero y Salgado. Se considera consumidor habitual al que recurre a esta droga al menos una vez por semana, lo que quiere decir que pueden existir "adictos de consumo intermitente", indicó Caballero. Estas personas controlan su necesidad de consumir la droga hasta que la situación en la que la experimentaron se repiten, y entonces la toman de manera compulsiva. De las personas que prueban la droga (170.000 jóvenes entre 14 y 18 años anualmente y 300.000 mayores de 15 años en los últimos 30 días), entre un 10% y un 15% corren riesgo de desarrollar una auténtica adicción.
- Grupos de riesgo. No hay un grupo social que esté más en peligro. "Hace años se asociaba esta droga" y el riesgo a desarrollar una adicción con un determinado estatus. "Hoy día eso no es así, porque su consumo se ha generalizado", dijo Salgado. Sí que alarma especialmente la incidencia entre los más jóvenes. Entre 1994 y 2004 se ha multiplicado por cuatro el porcentaje de adolescentes que la han probado (del 1,8% al 7,2%).
Prueba de este mayor consumo entre los jóvenes está en los datos de aquellos que solicitan tratamiento: su edad media es de 28,7 años, y la media de inicio en el consumo es de 21,3 años. Pero esta cifra es incluso alta si se tiene en cuenta la edad media en la que los jóvenes empiezan a tomarla: 15 años, según la delegada del Gobierno en el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya.
- Efectos sanitarios. La intoxicación por cocaína es ya la causa del 26,1% de los ingresos en urgencias por efecto agudo de drogas. Su consumo multiplica por 24 el riesgo de padecer un infarto de miocardio. En los casos registrados, se ha observado que la mitad de ellos no presentaban daños previos en el sistema circulatorio, lo que indica que la sustancia fue a causa directa del ataque cardiaco. También agrava otros problemas, como la probabilidad de padecer infartos cerebrovasculares (ictus), hasta un 20%. Además, causa hemorragias, sinusitis, perforación nasal y problemas obstétricos (con aborto incluido), intestinales y sexuales (impotencia).
Pero el mayor peligro está en sus efectos sobre el cerebro. Más del 65% de los consumidores habituales sufre paranoias, episodios con alucinaciones, arrebatos de agresividad o manías persecutorias que pueden durar 24 horas. Estos episodios son más graves en quienes usan vías de administración más rápidas, como la inyectada (un 2%) o fumada (el 20%), indicó Caballero.
- Efectos sociales. La adicción hace que los jóvenes, sobre todo,
pierdan todo interés por otras formas de diversión. "Quedan secuestrados", en palabras del psiquiatra. Su rendimiento escolar se resiente, y aparecen problemas de sociabilidad y familiares, añadió la ministra. También se resienten las relaciones de pareja.
- Tratamiento. Uno de los problemas de la adicción a la cocaína es que no existe un tratamiento biológico eficaz, como puede ser la metadona para los consumidores de heroína. Los medicamentos se usan para controlar los efectos psiquiátricos, pero hace falta una terapia que modifique los hábitos del adicto. A los seis meses sin probar la droga se considera que la remisión es parcial. Al año, que es permanente. "Pero nunca se puede hablar de curación total", indicó Caballero. Y el riesgo de recaía es "muy alto", añadió Salgado.
- Prevención. Ante esta descripción, la prevención es la mejor herramienta para luchar contra la cocaína, indicó Salgado. Para ello la información de los posibles consumidores y el conocimiento de los peligros de la sustancia es el primer paso.
Barata y fácil de conseguir
Tres motivos han hecho que el consumo de cocaína haya aumentado (entre los jóvenes se ha cuadriplicado desde 1996): "La falta de percepción de riesgo", que es "barata" y que es "fácil de conseguir", según dijo ayer la ministra de Sanidad, Elena Salgado. El psiquiatra Luis Caballero añadió otro factor: la cocaína que se vende en España está menos adulterada que otras drogas. Pero por ello no cabe excusarse en sus aditivos para justificar sus efectos nocivos.
El Ministerio de Interior ya ha iniciado planes, como vigilar la venta de drogas cerca de los centros educativos.
A Sanidad le queda la información de los peligros de la sustancia. Este ministerio espera los datos de una macroencuesta (más de 20.000 entrevistas) para saber exactamente la situación del consumo de drogas en España. Este trabajo estará en septiembre, pero Salgado ya adelantó que no se esperaban cambios en la tendencia que muestra un aumento del consumo de las sustancias ilegales, y, sobre todo, de tomar varias a la vez (policonsumo).
La mezcla más peligrosa de la cocaína es con el alcohol, explicó Caballero. Esta combinación crea un compuesto que potencia el efecto de la droga, y aumenta sus riesgos. Por desgracia esta mezcla es, también, la más frecuente.
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