La zona euro confirma la mejora con un crecimiento del 2% hasta marzo

La economía española sigue despuntando en crecimiento respecto a sus vecinos europeos. El producto interior bruto (PIB) avanzó un 3,5% en el primer trimestre, respecto al mismo periodo de 2005, casi el doble que el conjunto de países de la zona euro, que crecieron un 2%. Las aportaciones de la demanda nacional y externa fueron similares a las de los tres meses anteriores. En Europa, Alemania confirmó su recuperación entre enero y marzo, al anotarse una mejora del 1,4% interanual, con lo que salió del estancamiento en que se sumió a finales del año pasado.

Las últimas cifras de crecimiento de la economía española, avanzadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman su buena salud. En términos interanuales, la cifra de crecimiento es "idéntica" a la del último trimestre de 2005 y las contribuciones de los componentes nacional y externo de la demanda, parecidos.

La cifra que anticipa el INE, que advierte de que podría no coincidir con el dato definitivo, que se conocerá el próximo 24 de mayo, repite tanto las estimaciones del Gobierno como las del Banco de España, recogidas en su último Boletín Económico. En él, el supervisor bancario constata la "lenta desaceleración" de la demanda interna, que creció en los tres primeros meses un 4,7%, una décima menos que en el último trimestre de 2005. La demanda externa, por el contrario, restó 1,5 puntos porcentuales al crecimiento de la economía española. De hecho, los datos del INE reflejan una aminoración del ritmo de crecimiento intertrimestral, puesto que el PIB avanzó un 0,8% respecto al cuarto trimestre de 2005, una décima menos que en los tres meses anteriores.

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, aseguró, tras conocer el último dato de crecimiento, que "la actividad económica sigue fuerte y en la buena dirección".

No obstante, precisó que "hay que seguir trabajando para que esta situación se mantenga e ir corrigiendo los desequilibrios de la economía española, con objeto de que sea mucho más resistente a los problemas de futuro". Sobre uno de los principales riesgos que se ciernen sobre la economía española y europea, el encarecimiento del petróleo, señaló que, de momento, no se aprecia ninguna consecuencia. Por el contrario, el secretario ejecutivo de Economía y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete, interpretó que los datos del primer trimestre confirman que la economía española ha entrado en una fase de desaceleración. También reprochó al Gobierno su "pasividad" e incapacidad para llevar a cabo reformas estructurales "de calado".

Ayer, la oficina de estadísticas europeas, Eurostat, también dio a conocer el avance de las cifras del primer trimestre. España fue el segundo país -tras Grecia, con un 4% interanual- que más creció en el periodo entre los de la zona euro, que registraron un avance medio del 2%, frente al 1,8% de los tres últimos meses de 2005. Los 25 países de la Unión Europea (UE) avanzaron un 2,2% interanual hasta marzo, tras una subida del 2% en los tres meses anteriores.

Respecto al cuarto trimestre, la progresión del conjunto de Europa fue notable. Tanto el área de la divisa común con el total de los 25 miembros de la UE se anotaron sendos impulsos del 0,6%, intertrimestral. En el cuarto trimestre de 2005, los avances respecto al tercero fueron del 0,3% y el 0,4%, respectivamente. Las cifras de Eurostat, provisionales, serán sometidas a dos revisiones, que se anunciarán los próximos 1 de junio y 12 de julio.

La notoria mejora de la economía alemana, tradicional locomotora del Viejo Continente, fue en buena parte responsable del fuelle europeo. La Oficina Federal de Estadísticas anunció ayer que el PIB alemán mejoró un 0,4% en el primer trimestre de este año respecto a los tres meses anteriores. El crecimiento alemán entre octubre y diciembre de 2005 fue nulo. En términos interanuales, fue del 1,4% en marzo.

Mercado interior

El empuje provino tanto "del extranjero como del mercado interior", según la fuente estadística germana, por lo que los economistas confían en que la primera economía europea experimente un relanzamiento que se plasme este año en un crecimiento del PIB del 1,8%, que sería el más alto de los últimos seis años.

El comercio exterior ha sido el componente de la demanda alemana que mejor ha capeado el frenazo económico, dada la pujanza de sus exportaciones. Los analistas esperaban, sin embargo, signos de recuperación en el consumo interno de las familias y en las inversiones empresariales para afianzar su confianza en el abandono del letargo por parte del gigante alemán. El comunicado de la Oficina Federal de Estadísticas confirmó ayer esas expectativas.