Otros barrios esperan el amparo judicial
Otros barrios de Valencia llevan años exigiendo medidas efectivas contra la concentración de locales de ocio, el botellón y el constante bullicio callejero que no les deja dormir. El Carme y la zona de la calle de Juan Llorens son dos ejemplos. En ambos casos, los vecinos han pedido en algún momento la declaración de Zona Acústicamente Saturada (ZAS), a lo que se resiste el Consistorio y se oponen los hosteleros. La única ZAS que existe es la del entorno de la plaza de Xúquer y los empresarios, según fuentes municipales, piden que se levante la medida.
Los vecinos de El Carme también se han cansado de insistir ante el equipo de gobierno y tienen pendiente una demanda judicial en la misma línea que los afectados que han ganado el recurso. Han protagonizado manifestaciones, colgado pancartas de las ventanas y han asistido a reuniones en el Consistorio para abordar una y otra vez la conciliación de su derecho al descanso con el ocio. En diciembre pasado, la alcaldesa, Rita Barberá, anunció tras una reunión con el movimiento vecinal de la ciudad una moratoria para la apertura de nuevos restaurantes en El Carme, e invitó a los afectados a analizar en qué calles y zonas deberían limitarse los locales. Pero las cosas no han cambiado. Por ello, el portavoz de Amics del Carme, Toni Casola, exigió ayer una vez más que el Ayuntamiento "haga público el mapa acústico" sobre el barrio y aplique la ordenanza. "Confiamos en que esta sentencia haga reflexionar al Ayuntamiento y se ponga de parte de los vecinos y no del turismo de borrachera en El Carme y en otros barrios de la ciudad", resaltó Casola.
La Federación Empresarial de Hostelería de Valencia anunció que recurrirá el fallo judicial, que considera que "se ha extralimitado a la hora de evaluar la actuación municipal" y que es "sorprendente" que el tribunal no se limite a exigir la finalización del expediente e imponga la declaración de ZAS. La federación critica la "judicialización del debate sobre el proceso de ordenación del ocio" y resalta su voluntad de "consensuar soluciones que faciliten el equilibrio necesario entre el derecho al descanso y el derecho al trabajo".
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