EE UU eleva los tipos al 5% y encadena 16 subidas consecutivas
El banco central estadounidense cree que la inflación está contenida
La Reserva Federal (Fed) subió ayer los tipos de interés en EE UU un cuarto de punto, hasta el 5%, con lo que se coloca en su nivel más alto desde abril de 2001. Es la decimosexta vez que el banco central encarece el precio de dinero, desde el 1% en el que se encontraba en junio de 2004. La Fed preparó ayer el terreno para tomarse un respiro en las alzas y prevé que las presiones inflacionistas seguirán bajo control a pesar del alza del crudo.
Ese descanso en las subidas quizá podría darse a partir de agosto o, como pronto, en su reunión de junio. En Wall Street, la subida de un cuarto de punto porcentual en el precio del dinero se daba por hecha. La incertidumbre estaba en cómo se iba a justificar el alza y en adivinar la estrategia futura de la Fed.
Ben Bernanke, que presidió su segunda reunión del comité de política monetaria del banco central estadounidense, tenía un reto sin precedentes, tras dos años de alzas automáticas: afinar el lenguaje para expresar la posibilidad de adoptar en breve una pausa, aunque sin dar portazo a una subida en caso de necesidad. Y así lo hizo.
Bernanke ya aludió a este escenario ante el Congreso de EE UU en abril, aunque precisó que el respiro sería temporal -dos o tres reuniones- y que la Fed lo utilizaría para evaluar la situación a la luz de los datos económicos. El precio de las hipotecas, los intereses de las tarjetas de crédito y los préstamos del coche están en su nivel más alto en cuatro años, y el mercado considera que ello podría empezar a minar el consumo. Lo que no ha conseguido la Fed aún es moderar el crecimiento económico, que durante el primer trimestre creció a un ritmo del 4,8%, y los riesgos persisten del lado de la inflación, por el elevado precio del crudo.
El comité de política monetaria hace el siguiente diagnóstico de la situación económica. Sobre la inflación, se afirma que el encarecimiento de la factura energética está teniendo un efecto "modesto" en el incremento de precios y augura que seguirá "contenida", aunque los riesgos están ahí.
Sobre el crecimiento, asegura que "es probable que se modere a un ritmo más sostenido", lo que podría rebajar la presión inflacionista a final de año. La Fed atribuye esta ralentización al enfriamiento en la actividad inmobiliaria, a los tipos de interés y al precio de la energía. A partir de todo esto, la Reserva Federal considera que "serán necesarias" nuevas subidas de tipos para hacer frente a los riesgos inflacionistas, aunque precisa que todo "dependerá" de la evolución de los datos económicos.
La situación se presenta incierta con vistas a las próximas reuniones de la Fed. Los mercados financieros aún se están familiarizando con el lenguaje de Bernanke, aunque todos coinciden en que es el momento adecuado para la pausa. Ayer, los analistas de Goldman Sachs apostaban por una pausa en junio si la inflación lo permite. Bank of America y Citigroup opinaban que ese respiro llegará más bien a partir del mes de agosto.
Los analistas opinan que, aunque el dinero se ha encarecido mucho, la inflación sigue representando un riesgo para la economía que la Fed no puede descuidar, como refleja el último comunicado. En todo caso, no se descarta que, tras la esperada pausa en junio o en agosto, haya dos o tres subidas más de tipos en EE UU.
Por otro lado, el Departamento del Tesoro afirmó ayer que no disponía de pruebas de que China haya manipulado la cotización de su moneda para favorecer las exportaciones, pero su titular, John Snow, consideró "muy preocupante" y "muy decepcionante" que no hayan progresado lo suficiente en la introdución de una mayor flexibilidad cambiaria.
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