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La dirección del PSC aboga por celebrar elecciones tras el referéndum del Estatuto

Maragall afirma que el 'no' republicano al proyecto conduce a Cataluña a la frustración

Miquel Noguer

La dirección del PSC está convocada hoy a una reunión extraordinaria de la ejecutiva del partido a la que asistirá el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y en donde se debatirá la crítica situación que atraviesa el Ejecutivo catalán tras oficializar Esquerra Republicana su no al Estatuto. Ayer, Maragall acusó a sus socios republicanos de llevar Cataluña a la "frustración" y a la "renuncia" con esta postura y, ante ello, el PSC ya ha manifestado que apoyará cualquier medida que pueda tomar el presidente, incluido un adelanto electoral. Con todo, los socialistas son mayoritariamente partidarios de mantener el tripartito hasta el referéndum y convocar elecciones después. Hacerlo antes, creen, movilizaría más a los votantes de ERC.

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El presidente de la Generalitat sabe que esta vez todo depende de él. A diferencia de recientes ocasiones, en las que el presidente ha tomado decisiones después cuestionadas por su partido, en la actual crisis, la más grave que ha atravesado el tripartito catalán desde su formación, presidente y partido configuran un único bloque. "Apoyaremos cualquier decisión que tome Maragall". Ésta es la frase que repiten al unísono las diferentes fuentes del PSC consultadas por este periódico, aunque después discrepen en los matices sobre qué medidas debería adoptar Maragall para atajar la crisis generada por la decisión de los republicanos.

Las voces mayoritarias, casi unánimes en la dirección socialista, creen que Maragall debe mantener el Gobierno como está, al menos hasta la celebración del referéndum previsto para el 18 de junio. Sólo después de esa fecha sería conveniente, según la opinión dominante en el PSC, la convocatoria de elecciones.

La salida de ERC del Ejecutivo catalán antes de la consulta, mantienen fuentes socialistas, haría que los republicanos convirtieran el referéndum en un plebiscito sobre la actuación de su partido. Algo parecido a lo que ya hizo Josep Lluís Carod Rovira en 2004 al presentarse a las elecciones generales tras su entrevista con la dirección de ETA y su precipitada salida del Ejecutivo de Pasqual Maragall.

Esto, mantienen los socialistas,radicalizaría una campaña electoral que, sobre todo, movilizaría a los partidarios del no. Y los defensores del no pueden permitirse el lujo de lograr una victoria ajustada, pues son conscientes de que los resultados del referéndum se compararán minuciosamente con los del Estatuto de 1979. Entonces el tuvo una apabullante victoria, con el 88% de los votos y apenas un 7,7% de las papeletas fueron de rechazo.

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En esta ocasión, y suponiendo que todos los votantes de las formaciones del -PSC, CiU e ICV-EUiA- acudieran a las urnas siguiendo las consignas de sus partidos, esta opción obtendría el apoyo del 69% del electorado. Eso, considerando, también, que la participación fuera similar a la registrada en las últimas elecciones autónomicas: un 62%. En el referéndum estatutario de 1979 quienes acudieron a las urnas supusieron el 59% del electorado. Con todas las miradas dispuestas a alcanzar un resultado similar al de 1979, la plana mayor del PSC prefiere descartar la idea de cualquier anuncio de adelanto electoral previo a la consulta sobre el Estatuto.

Sin embargo, nadie en este partido oculta que pocas personas, por no decir ninguna, conoce las reflexiones de Maragall, acostumbrado a dar golpes de efecto para reconducir, o al menos intentarlo, las situaciones más rocambolescas. En cualquier caso, ayer, el portavoz socialista, Miquel Iceta, dijo que, pese a que "es pronto" para evaluar las consecuencias que la decisión de ERC tendrá sobre el Gobierno, éstas "no pueden ser precisamente buenas". Iceta también criticó a ERC su cambio de rumbo en referencia al Estatuto y manifestó que será difícil llegar a acuerdos de futuro con los republicanos, pues, "¿Cómo sabrán sus interlocutores si las bases ratificarán o no los acuerdos decididos por la dirección de ERC?".

Maragall, en el discurso que ayer pronunció para clausurar el Congreso del Mundo Rural de Cataluña, poco aclaró sobre el futuro de su Ejecutivo. Eso sí, criticó sin paliativos la decisión de ERC, formación a la que advirtió: "Sería una grave irresponsabilidad provocar de nuevo la frustración de nuestro país en un momento en que nos lo jugamos casi todo". Maragall tendrá hoy otra oportunidad para explicarse, esta vez en el Parlamento autónomo, donde dará cuenta de los cambios efectuados en su Gobierno el mes pasado.

Desde la dirección republicana se insiste en su voluntad de permanencia en el Gobierno pase lo que pase. Aunque si algo no falta en ERC son voces díscolas. Como la del ex consejero de Gobernación, Joan Carretero, que mantuvo que deben convocarse elecciones de forma inmediata porque, en su opinión, "el PSC no sabe gobernar en coalición".

Esquerra celebrará hoy una reunión de su dirección, como también lo hará Iniciativa per Catalunya. Los ecosocialistas, sin embargo, ya han manifestado que no creen necesario un adelanto electoral, ni antes ni después del referéndum. Su líder, Joan Saura, aseguró que en su entrevista del pasado viernes con Maragall ni siquiera se planteó esta hipótesis. Y es que en las filas ecosocialistas se considera que, pese a todo, el Gobierno podría agotar la legislatura, siempre y cuando, pasado el referéndum, ERC aceptara desarrollar el Estatuto si, como es de prever, éste sale refrendado por la ciudadanía.

Maragall (derecha) y el consejero de Agricultura, Jordi Carnes.
Maragall (derecha) y el consejero de Agricultura, Jordi Carnes.JORDI BEDMAR

CiU pide comicios en otoño

La salida pactada de Esquerra Republicana del Gobierno catalán que el pasado viernes ofreció Pasqual Maragall al líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, motivó ayer un alud de críticas por parte de la oposición, que la consideró como poco más que una operación de maquillaje para salvar a un Ejecutivo seriamente tocado. El líder de CiU, Artur Mas, aseguró que esta propuesta, ayer confirmada por el primer consejero, Josep Bargalló a la cadena SER, es algo que "los catalanes no se merecen". En opinión de Mas esta operación de Maragall se inscribiría en el "vodevil esperpéntico" en que a su juicio se ha convertido el tripartito.

Esta situación permitió a Mas desarrollar un nuevo argumento para culpar al Gobierno de Maragall de un eventual fracaso del referéndum estatutario, pues reflexionó sobre la posibilidad de que los ciudadanos se apunten masivamente al no para castigar al tripartito.

Pero consciente de que un triunfo del no también resultaría un fracaso para CiU, ahora firme defensora del Estatuto, Mas llamó a sus seguidores a castigar al tripartito, pero no en el referéndum, sino en las próximas elecciones autonómicas. A la vista de la situación política catalana, el líder de CiU cree que estos comicios deberían celebrarse en otoño, y así se lo pidió ayer públicamente al presidente de la Generalitat.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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