La gasista rusa Gazprom amenaza con comprar grupos energéticos en la UE
El consorcio estatal, que suministra el 50% del gas, reacciona a las leyes antimonopolio
Gazprom, el consorcio de gas controlado por el Estado ruso, ha amenazado a la Unión Europea (UE) con una ambiciosa lista de compras, desde gasoductos hasta centrales eléctricas, como rechazo a las normas antimonopolio europeas que cree se preparan contra él. Centrica, principal distribuidor de gas del Reino Unido, podría ser su primer objetivo. El movimiento del gigante ruso, que suministra el 50% del gas a la UE, ha causado alarma en Bruselas, ya que Gazprom es el tercer mayor grupo energético del mundo, con una capitalización de 188.575 millones de euros.
En mitad del debate europeo sobre la liberalización de las empresas energéticas para que puedan ser compradas por sus rivales extranjeros, alentado por el intento de adquisición de Endesa por la alemana E.ON, aparece Gazprom en escena.
En un foro económico de Londres, la semana pasada, el vicepresidente de Gazprom, Alexandr Medvedev dijo que su empresa tiene suficientes recursos financieros para formar una amplia lista de compañías del mercado europeo por las que está interesada. "Con nuestras posibilidades financieras, es muy difícil determinar una compañía que no esté en el campo de nuestros intereses y en nuestra lista de potenciales compras", sentenció el ejecutivo, que se refirió a "más de diez" empresas.
Estas palabras llegaban después de que, unas semanas antes, el presidente de Gazprom, Alexéi Miller, en su reunión en Moscú con los embajadores de la UE, realizara un "aviso para navegantes" sobre el interés de la gasista por Centrica, el principal distribuidor de gas del Reino Unido.
Miller reaccionó así a lo que considera una posición proteccionista de la UE, en referencia a las cortapisas a la expansión de Gazprom en Europa, basadas en la legislación antimonopolista. Rusia asegura estar dispuesta a permitir un acceso restringido de las empresas europeas a la explotación de los recursos energéticos rusos, pero quiere a cambio participaciones en las redes de distribución en Europa.
En la alocución del presidente de Gazprom a los diplomáticos, llegó a calificar de "esputos" los argumentos de la Comisión Europea en defensa de la competencia en el mercado energético comunitario. Miller manifestó que la "gota que colmó el vaso" y precipitó la decisión de suministrar gas ruso a China (en consiguiente detrimento del mercado europeo) fueron las "amenazas de aplicar regulaciones y legislación antimonopolio contra Gazprom", que el presidente de la Comisión José Manuel Durão Barroso habría realizado al presidente Vladímir Putin. La posición de Barroso significaría, en opinión de Miller, "una limitación real de suministros del gas ruso al mercado europeo".
Gazprom aspira a convertirse en un jugador con todos los derechos en el mercado europeo, pero no está dispuesto a garantizar la recíproca en Rusia, sobre todo por lo que se refiere al transporte. Como los dirigentes rusos, el gigante del gas está en contra de la Carta Energética Europea, un documento de 1991, apoyado por más de 50 estados, para regular las relaciones entre los proveedores y los consumidores internacionales. Moscú ha firmado ese documento, pero se niega a ratificarlo, y sus objeciones se centran en el llamado protocolo de tránsito, que le obligaría a abrir su infraestructura de transporte energético a terceros. En Londres, Medvedev afirmó que la Carta Energética "ha nacido muerta" y "no responde a las condiciones actuales de mercado".
Por su situación geográfica y la ausencia de infraestructura de diversificación, Rusia actúa como monopolista de los suministros energéticos a Occidente de las repúblicas ex soviéticas de Asia Central, como Turkmenistán o Kazajstán, países estos que exploran también alternativas a su actual dependencia. Ante el estancamiento de su propia producción, en tanto no se exploran y desarrollan nuevos yacimientos, Gazprom ha importado gas de Asia Central para poder cumplir sus contratos. Refiriéndose a los europeos, el presidente Putin dijo la semana pasada: "Cuando vienen a nosotros, es inversión y globalización; cuando nosotros vamos (a ellos) es expansión".
La capitalización de Gazprom es de 240.000 millones de dólares (188.575,5 millones de euros), anunció Medvedev en Londres. Esto significa que es la tercera empresa energética del mundo y la cuarta de cualquier actividad, tras ExxonMobil, General Electric y Microsoft. Gazprom emplea a más de 300.000 personas y liberalizó la compra de sus acciones en 2005, después de que el Estado ruso recuperara su paquete de control. El gigante tiene una amplia diversidad de intereses, incluido un sector de medios de comunicación, y posee la mayor red de transporte de gas del mundo (150.000 kilómetros y capacidad de 580.000 metros cúbicos).
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