Las grandes fotógrafas de la vanguardia protagonizan una exposición en la galería Barbié

"En 1925, en París, junto con la aparición de las míticas cámaras Leica y Rolleiflex, surgió un grupo de mujeres fotógrafas, en el marco del movimiento de la Nouvelle vision, cuya aportación a la historia de la fotografía fue fundamental". Lo afirma la crítica de arte Victoria Combalía, comisaria de la exposición Pioneras de la fotografía de vanguardia 1920- 1940, abierta en la Galería Manuel Barbié de Barcelona (Consell de Cent, 321), que puede visitarse hasta el 30 junio. La exhibición reúne 40 fotografías de 12 autoras de diferentes nacionalidades, que se establecieron en París en los años veinte atraídas por la efervescencia cultural que allí se vivía.

En un país donde la mujer aún no tenía derecho a votar (en Francia el sufragio universal se implantó en 1944), estas artistas desarrollaron una intensa actividad profesional autónoma y, al igual que sus colegas masculinos, exploraron todas las posibilidades del medio en obras experimentales, retratos, desnudos, paisajes y publicidad.

Esta variedad temática se refleja en los cuatro apartados que integran la exposición, empezando por una serie de extraordinarios retratos. "Es el modelo de mujer moderna e independiente, que se gana la vida con su cámara, que se hace evidente en los dos autorretratos que abren el recorrido: el de Germaine Krull con cigarro encendido y rostro oculto tras su Agfa Ikarette y el de Ilse Bing con su Leica, verdaderos iconos de la profesionalización de estas fotógrafas", señala Combalía.

Picasso por Dora Maar

La selección de retratos incluye al artista Lazlo Moholy-Nagy inmortalizado por su compañera Ergy Landau, a Marcel Duchamp fotografiado por Denise Bellon, y a Antonin Artaud captado, antes de que la enfermedad mental le alterase los rasgos, por Rogi André, autora también de una foto de Picasso. El pintor malagueño, con el rostro oculto tras un cráneo de buey, aparece también en una fotografía de Dora Maar, de quien se exhiben cinco obras, aunque sólo una, Portrait à la main, está en venta.

De Maar, en el ámbito dedicado a La fotografía de calle, destacan dos instantáneas del mercado de la Boqueria de 1934 y un detalle del puente de Alexandre III de París, "que sugiere una doble lectura, ya que la mano femenina sobre la antorcha sugiere un acto erótico plasmando un hallazgo visual inesperado y valiente por igual", señala Combalía, que ha escrito un libro sobre las mujeres artistas, desde Artemisia Gentileschi hasta la actualidad, que será publicado pronto por Destino.

En el apartado dedicado al cuerpo, destaca la serie de sensuales desnudos de la modelo rusa Assia, realizados por Ergy Landau, y una curiosa obra de Ivonne Chevalier, en la que una moderna Ofelia se ahoga en el Sena con una irónica sonrisa, que despoja la escena de todo romanticismo y dramatismo. La influencia de las grandes corrientes de la época, el surrealismo y el constructivismo, se pone de manifiesto respectivamente en un fotocollage de Florence Henri y dos imágenes de coches de Germaine Krull. Todas las obras son vintage; es decir, ediciones originales de la época, en gran mayoría firmadas y fechadas por las propias artistas, y su precio oscila entre 3.000 y 6.000 euros.