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El 50% de la prostitución en Andalucía se ejerce ya en clubes y hoteles de alterne, según el IAM

El estudio alerta sobre el aumento de la trata de mujeres desde los años noventa

Tereixa Constenla

El mundo de la prostitución se ha transformado radicalmente desde los años noventa en Andalucía. En primer lugar, por la llegada de inmigrantes, que son ya el 87% de las prostitutas, y el aumento de la trata de mujeres. Pero también por la "modernización" de los establecimientos y la expansión de los clubes de carretera y hoteles de plaza, que representan el 50% del negocio. Un estudio del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) destaca que el grado de organización de la prostitución "es cada vez mayor", en contraposición a la "falta de redes sociales y de solidaridad" para apoyar a estas mujeres.

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Sólo el 13% de las mujeres prostituidas en Andalucía son españolas. La procedencia del resto varía entre Latinoamérica (31,2%), Europa del Este (25,4%), África subsahariana (14,9%), Norte de África (12%) y Unión Europea (3,6%), según el estudio La prostitución en Andalucía, elaborado por el IAM, al que ha tenido acceso EL PAIS.

El informe ofrece un cálculo estimativo de prostitutas (4.000), por debajo del recogido en las investigaciones del Defensor del Pueblo andaluz (22.000) o de Mujeres Progresistas de Andalucía (57.591). Las propias autoras señalan que "no es fácil de contabilizar" al igual que es difícil cuantificar el alcance del tráfico de mujeres con fines de explotación sexual por "la naturaleza clandestina e ilegal.

El estudio también analiza los motivos de entrada en esta actividad. La drogodependencia provocó la prostitución de españolas en los ochenta, pero se ha ido reduciendo paulatinamente. Aun así, las autoras explican que han detectado 19 núcleos relacionados con toxicómanas, la mayoría españolas (y algunas portuguesas y norteafricanas) de 30 a 35 años, en estado de salud precario y ejerciendo en calle, carreteras, descampados y barriadas marginales.

El segundo gran grupo corresponde al de las mujeres "pioneras migrantes", que suelen ser jóvenes que "quieren escapar de una situación de precariedad y pobreza y desestructuración social" de su país de origen, que se endeudan para financiar el viaje. "Son vulnerables a un tipo de redes concretas que no suelen actuar ni con familias ni con hombres".

Las investigadoras citan tres situaciones distintas. Las redes de prestamistas no están relacionadas directamente con la prostitución pero usan métodos de coacción para que la mujer pague la deuda a la llegada, lo que puede empujarla hacia la prostitución. Las redes de captación y mafias pueden realizar ofertas directas (la mujer sabe que ejercerá el alterne) o engañosas (trata de mujeres que pueden ser raptadas o engañadas con falsas ofertas laborales). Las redes afectivas financian el viaje de mujeres que se prostituyen a su llegada al país de destino aunque no lo hubiera hecho en el de origen.

Estas situaciones también pueden afectar a inmigrantes ya afincadas en Andalucía, en situación de irregularidad y con una familia con dependencia económica a la que envían remesas. El cuarto grupo sería de españolas y algunas europeas, que se prostituyen por razones heterogéneas.

El informe también ha observado que la presión urbanística, vecinal y policia está contribuyendo al declive de la prostitución en los cascos urbanos de Andalucía. "Al ser mayoritariamente inmigrantes, tienen miedo de ser detenidas, perder la custodia de sus hijos y ser expulsadas", plantean para explicar la vulnerabilidad de estas mujeres ante "el acoso vecinal y policial". El miedo también empuja a muchas mujeres que ejercen por su cuenta a recurrir a "estructuras y figuras del proxenetismo". Los polígonos industriales son los nuevos núcleos de prostitución en la calle. Pero el tipo dominante en la prostitución en Andalucía es la del club de carretera y hotel de plaza (las mujeres pagan por su habitación-plaza al dueño), donde la renovación de mujeres es uno de sus rasgos. "Esa modernización implica la competitividad, la imposibilidad de establecer redes afectivas y de apoyo, la continua movilidad geográfica, el aislamiento", concluye el informe.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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