El 77,6% de los andaluces defiende que se regule aunque no lo ven un "trabajo como cualquier otro"

La mayoría de los andaluces no considera que la prostitución sea "un trabajo como cualquier otro", aunque se inclina a favor de regularla con distintas actuaciones. La encuesta incluida en el estudio del IAM, la primera que ahonda en el parecer de los andaluces sobre la prostitución y la utilización de la industria sexual en sus distintas modalidades, revela que sólo un 13,3% defiende la reinserción social de las mujeres prostituidas y una mayor penalización de los clientes. El 77,6% propone que se reglamente, aunque no concuerden en el método o el alcance, mientras que un 9,1% es partidario de la prohibición.

De los entrevistados, el 8,4% aseguró haber pagado por servicios sexuales. De ellos, la inmensa mayoría (el 98,1%) fueron hombres. La forma más común de contactar con una prostituta fue a través de clubes y bares de alterne. El deseo de pasar un buen rato fue el motivo que más animó a recurrir a una prostituta. De las cuestiones que indagaban en la percepción social de la prostitución, destaca que un 60% considera que es un "fenómeno normal" y un 40% lo ve como "un problema".

Ante esta cuestión se aprecian grandes diferencias en el parecer de hombres (el 73% lo ve normal y mujeres (el 52,3% lo juzga un problema). La mayoría de los entrevistados cree que las mujeres se prostituyen para sobrevivir (36,5%) o por graves dificultades económicas (29,7%). Sólo un 1,2% opina que lo hacen por obtener dinero fácil y un 0,4% cree que es "por gusto". Sobre el destino final del dinero de la prostitución, el 85% de los entrevistados responde que va a las mafias y a los proxenetas. Sólo un 15% cree que es para las prostitutas.

En cuanto a la industria del sexo, el uso más generalizado en Andalucía es el de los sex-shop (un 37,5%), seguido de los espectáculos eróticos (35,8%) y las páginas web (26,9%). La muestra se realizó a través de entrevistas directas a 1.300 personas y tiene un margen de error de 2,5%.