Rueda dialoga con sus artistas favoritos

Con motivo del décimo aniversario de la muerte de Gerardo Rueda, el IVAM presenta hoy una amplia exposición con casi un centenar de obras del artista madrileño que establecen un diálogo con 26 creaciones de algunos de sus artistas modernos preferidos. De modo que las esculturas, los paisajes geométricos o las pinturas blancas del que fue fundador del Museo de Arte Abstracto de Cuenca se enfrentan a obras de Picasso, Morandi, Klee, Torres-García o Kandinsky. Además, el IVAM ha publicado el libro Gerardo Rueda. Mis flechazos en el Prado, en el que el crítico Francisco Calvo Serraller recoge la conferencia que dio el artista en 1990 y el posterior coloquio sobre la influencia que ejercieron maestros de la pinacoteca como Bellini, Velázquez o Zurbarán.

"A Gerardo le hubiera encantado poder ver sus obras junto a las de Reinhardt o Newman"

La inauguración de la exposición La poética de Gerardo Rueda y la tradición del arte moderno, que se podrá ver hasta el 2 de julio, y la publicación del voluminoso libro proporcionan una completa visión de la obra de Rueda (Madrid, 1926-1996) en relación con la historia del arte y con los creadores que marcaron su trayectoria. Así lo destacó ayer el heredero del artista, su hijo José Luis Rueda, comisario de la muestra, junto a Tomás Llorens.

"A Gerardo le hubiera encantado poder ver sus obras dialogando con ese cuadro de Reinhardt o aquél de Newman; con estas obras de artistas que admiraba y que hemos reunido en la muestra, procedentes del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) en su mayoría, y de museos como el Pompidou, el Thyssen-Bornemisza, la Fundación Viera da Silva de Lisboa o el Museo de Arte Moderno de Estrasburgo", comentaba José Luis Rueda mientras recorría la exposición.

Ésta se divide en cinco espacios cronológicos que aportan otras tantas claves interpretativas de la trayectoria polifacética de este artista de gran sensibilidad lírica que "desborda cualquier encasillamiento", según los comisarios. Por su interés por el orden espacial, se definiría dentro de la abstracción geométrica. También perteneció al que se denominó El Grupo de Cuenca, junto a Fernando Zóbel y Gustavo Torner, fundadores del museo ubicado en las Casas Colgadas de Cuenca, que divulgó y dio a conocer el arte contemporáneo en las décadas de los cincuenta y sesenta.

La muestra arranca con un espacio dedicado al Paisaje. Rueda experimenta con la perspectiva, el relieve y la escultura en una sala que incluye obras de Staël y Newman y que permite visualizar el paso hacia la abstracción desde la figuración. A continuación, el recorrido se detiene en la sala Barroco, que pretende recrear la idea de Rueda relativa a que este movimiento representa "lo contrario de los objetivos morales y estéticos del movimiento moderno", según el texto de los comisarios. La yuxtaposición de formas, colores y texturas queda patente en las obras de Rueda, Kandinsky o Torres-García presentes. La tercera sala está dedicada al Bodegón. Como en Klee, hay un interés en el juego de volúmenes y el efecto de luz para disolver contornos. La cuarta, Geometrías musicales, evidencia la preocupación por el orden espacial y la raíz mental de la geometría, con obras de Kupka, Reinhardt o Vantongerloo.

"Y esta última es la sala de la relajación, de la paz, como digo yo. Es la sala dedicada al blanco, donde se conjugan todos los blancos, con obras de Arp, Klee o Malevich, además de Rueda, claro", apuntaba José Luis Rueda al final del recorrido expositivo.

El heredero del artista explicó que la elección del IVAM obedece a que hace 10 años el museo, entonces dirigido por Juan Manuel Bonet, le dedicó una retrospectiva al artista en el momento en que se produjo su muerte. Además, recordó que con los fondos que ya tenía, la reciente compra de siete obras (por 2,4 millones de euros) y su reciente donación de 77 obras, el IVAM posee la colección museística más completa de Rueda, con 108 piezas en total.

En este sentido, la directora del IVAM, Consuelo Ciscar, comentó que el museo se ha convertido en el referente de la obra de Rueda, que pasa a ser un icono del mismo, como el escultor Miquel Navarro, si bien su "máximo exponente" sigue siendo Julio González.

La muestra, patrocinada por Promociones Inmobiliarias Armiñana, se completa con un profuso catálogo en dos volúmenes que reproduce las obras y contiene textos de especialistas.