Solbes prevé una fórmula financiera equilibrada

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, explicó el lunes pasado en la Comisión de Economía del Senado que, en su opinión, el compromiso de inversiones en el Estatuto de Cataluña no rompe el modelo de financiación autonómica, ni es algo anómalo, porque ya aparece en otros Estatutos.

"Distingamos entre lo que es financiación de comunidades autónomas y lo que son inversiones del Estado", comenzó Solbes. "Al Ministerio de Economía le corresponderá definir el marco financiero", y a Fomento o Medio Ambiente les corresponde "definir las inversiones específicas" del Estado. Pero, en la práctica, éstas ya se producen "en contacto, en relación, en discusión" con las autonomías. Por tanto, "lo que se hace es institucionalizar ese contacto, pero no hay variaciones respecto al sistema".

En el caso de Cataluña, "en los últimos años hemos tenido una inversión muy baja". En estos momentos, entre el 15% y el 15,5% de las inversiones; el 15,88% en 2003; el 8% en 1998; o el 12% en 1999. "Cifras muy bajas que parece razonable que se compensen en estos próximos años".

No es anómalo

Solbes continuó diciendo que esto no es "algo anómalo". "Por ejemplo, el [Estatuto] de Andalucía tiene asignaciones complementarias en la disposición adicional segunda, y el de Extremadura también; hay compensación específica por minoración de ingresos en los de Andalucía, Aragón, Baleares y Canarias; hay una mención del criterio de situación limítrofe con otras comunidades en el caso de La Rioja".

Solbes aseguró que se va a mantener una filosofía general, y también se prestará más atención a las regiones con más dificultades. Por eso diferenció la financiación autonómica de la inversión, compuesta por "inversión comunitaria, más la inversión nacional territorializada, más la nacional no territorializada, más el Fondo de Compensación Interterritorial, más la inversión de empresas públicas". Según Solbes, "con todo ese mix se puede hacer un sistema absolutamente equilibrado" de acuerdo con las necesidades y prioridades temporales de cada comunidad.

Solbes puso como ejemplo el caso de Madrid. "En 1997 Cataluña tiene el 8% de la participación en el PIB estatal, y Madrid el 23%; en 1998, Madrid el 26%; en 1999 el 21,18%; en 2000 el 21,7%". Esto obedece "a unas ciertas inversiones que se hacen en los anillos de circunvalación de Madrid y en el aeropuerto. Si lo tuviera siempre, sería anómalo. Que lo tenga durante una serie de años y que vuelva a una situación normal posteriormente me parece lógico y normal si queremos que la inversión estatal juegue el papel que tiene que jugar".