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Polémica sobre la memoria histórica

Valor histórico y sabor literario

Sara Velert

El Consell Valencià de Cultura (CVC) redactó en marzo de 2005 un informe sobre los cementerios valencianos, con especial mención al General de Valencia. En ese documento, el CVC destaca la existencia de lápidas con inscripciones "de gran valor histórico y sabor literario", de las que cita varios ejemplos, y dedica párrafos destacados al cementerio civil en los que critica la desaparición de sepulturas y lápidas. "La impaciencia por desplazar a los difuntos antiguos se nota particularmente en la zona del cementerio que antes formaba el Cementerio Civil. En esa zona, que ya no está diferenciada administrativamente del resto, pero que aún conserva algo del carácter recoleto y pintoresco de antaño, cuando tenía su propia puerta de acceso, nichos que antes pertenecían a ciudadanos evangelistas, masones, esperantistas, judíos, gentes de otros países y otros credos que pidieron ser enterrados ahí, también están siendo reutilizados", afirma el CVC.

El informe cita dos cuadros de tumbas, uno de ellos "muy deteriorado" porque "las losas se han roto, faltan las inscripciones o falta incluso la losa, de modo que sólo queda en el suelo la huella de las piedras". "En el cuadro contiguo, todas las tumbas salvo unas pocas, entre ellas la de Constantí Llombart, han sido desmontadas y han desaparecido. Faltan las lápidas y las losas, y es inevitable sospechar que a la hora de llevárselas no se ha tenido en cuenta su importancia histórica o artística", lamenta el CVC, que calcula en un centenar las tumbas de las que no queda rastro en un cuadro ocupado ahora "por una extensión de hierba llena de socavones". El organismo explicaba en 2005 que "al parecer" también iban a desaparecer las losas del cuadro restante y mostraba su "preocupación". "Hay lápidas con símbolos judíos, lo que obliga a tener en cuenta la especial sensibilidad de ese pueblo, no sólo hacia los restos de sus antepasados, sino también hacia la tierra donde se encuentran dichos restos".

"Un cementario no debería ser sólo un lugar de recogimiento ocasional, sino también un jardín y un museo al aire libre, como lo son el Père Lachaise en París o el cementerio Highgete en Londres, lugares donde la memoria de los antepasados se conjuga con el conocimiento de la historia y la pasión por el arte", añade el informe. En sus conclusiones, el CVC insiste en que "en casos excepcionales" deben conservarse no sólo los elementos funerarios, sino "zonas enteras, como es el caso del antiguo Cementerio Civil de Valencia en su conjunto, o el del Cementerio Británico Protestante de Valencia, que está cerrado a cal y canto".

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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