Paro resistente
La tasa de paro, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE, ha repuntado un 5,13% en el primer trimestre de este año en relación con el anterior, hasta el 9,07%. Han sido 94.500 personas más las que se han incorporado a esa condición de desempleados, la más inquietante de las limitaciones que exhibe la economía española. La resistencia a la baja de ese desequilibrio cuestiona los logros asociados al crecimiento español y, desde luego, la distribución de los mismos entre grupos sociales. La tasa de paro española continúa siendo de las más elevadas de los países de la OCDE. De poco sirve mantener crecimientos del PIB superiores a los de nuestros vecinos, si el mismo no es suficiente para dar trabajo a quienes lo buscan. Y ya son más de 1.935.800 personas. La distribución entre hombres y mujeres, a pesar de las mejoras registradas en los dos últimos años, sigue denunciando dificultades para la integración de estas últimas en el mercado de trabajo.
La magnitud de ese desequilibrio no puede ocultar, sin embargo, la continuidad en la creación de empleo en esos tres meses, haciendo del aumento de la población activa, en 180.400 personas, la principal razón de ese incremento en la tasa de paro. Cuando se observa lo ocurrido en los últimos 12 meses el balance del comportamiento del mercado de trabajo sigue siendo inequívocamente favorable. El número de desempleados se ha reducido un 7,78%, 163.200 personas, y la tasa de paro ha caído más de un punto porcentual. En ese periodo el número de ocupados creció en 907.500.
La combinación de ese desequilibrio con una tasa de crecimiento en los precios al consumo que resiste en el 3,9% no constituye una garantía para afrontar el impacto de unos precios energéticos en niveles inquietantes. El endurecimiento de las condiciones de financiación completa los perfiles de un panorama menos favorable que el de años anteriores, ante el que no cabe la inhibición. El ahorro energético y los incentivos a la eficiencia de los sectores más intensivos en el uso de energía son actuaciones prioritarias. Son, además, estrictamente complementarias de las que desde hace años vienen reclamándose para fortalecer la muy deteriorada capacidad competitiva de nuestra economía.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.