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Conflicto en la sanidad pública

Los médicos abuchean a Maragall y Geli en su quinto día de huelga en un mes

Los médicos volvieron a sumarse masivamente ayer a la huelga convocada por Metges de Catalunya, un paro que se repetirá hoy y que habrá obligado a anular miles de operaciones y de visitas en la atención primaria y las consultas externas hospitalarias. El 84% de los facultativos secundaron la huelga, según Metges de Catalunya, seguimiento que el Departamento de Salud rebajó al 35,8%. Según cifras provisionales del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y de las patronales de los centros sanitarios concertados, la jornada de paro de ayer obligó a suspender unas 51.000 visitas en los ambulatorios y en consultas externas de los hospitales, y más de 470 intervenciones quirúrgicas.

A pesar de la aproximación lograda el lunes casi a medianoche tras horas de negociación, las posturas entre Metges de Catalunya y el Departamento de Salud seguían ayer alejadas y la tensión entre ambas partes se hizo evidente en el hospital de Bellvitge (L'Hospitalet de Llobregat), donde unos 200 médicos recibieron con abucheos y peticiones de dimisión al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y a la consejera de Salud, Marina Geli. Ambos acudieron al hospital de Bellvitge para inaugurar el nuevo edificio de consultas externas, donde el presidente catalán, sin aludir directamente al malestar de los médicos, defendió el modelo sanitario catalán y aseguró que el nuevo Estatuto permitirá mejorarlo.

Salud promete incrementar la actividad de los centros para atender a los pacientes que se han quedado sin visita médica
La consejera confía en llegar a un acuerdo para desconvocar los paros previstos para los próximos 3 y 4 de mayo
El paro de ayer obligó a anular 51.000 visitas en ambulatorios y 470 intervenciones quirúrgicas en los hospitales
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Mientras los médicos concentrados ante el nuevo edificio de consultas externas no paraban de silbar y de gritar consignas contra la política sanitaria del Departamento de Salud, Marina Geli intentó acercarse a un grupo de facultativos para recordarles los compromisos de su departamento con vistas a mejorar las condiciones laborales de los profesionales sanitarios. Geli agregó, a modo de reproche: "Ayer vosotros no quisisteis firmar un acuerdo". Esta afirmación encendió aún más los ánimos de los médicos concentrados y la tensión aumentó de tal forma que los agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra establecieron un cordón de seguridad para proteger al presidente catalán y a la consejera de Salud.

El director del Instituto Catalán de la Salud, Raimon Belenes, se mostró ayer "consternado" por la actitud "virulenta y agresiva" de un pequeño grupo de médicos. Según aseguró, dos de los manifestantes golpearon con el pie el coche oficial del presidente Maragall, lo que, en su opinión, "supone una actitud atípica en la sanidad catalana". Posteriormente, ante los medios de comunicación, Marina Geli reiteró la acusación que había dirigido momentos antes a los médicos por no haber firmado el acuerdo el día anterior.

Según la versión de la consejera, tras varias horas de negociación en el Departamento de Trabajo, el sindicato Metges de Catalunya aceptó desistir de su reclamación de un convenio laboral propio para los médicos (Salud no está dispuesta a concederlo) a cambio de que se creara, en el seno del futuro Consejo de la Profesión Médica, una mesa específica para debatir las cuestiones laborales que tendría carácter vinculante. "Cuando habíamos llegado claramente a un preacuerdo, el sindicato puso nuevas reivindicaciones sobre la mesa y abandonó la negociación", dijo Geli.

Patricio Martínez, secretario general de Metges de Catalunya, explicó ayer que las divergencias surgieron cuando el sindicato exigió el acuerdo por escrito antes de plantearse la desconvocatoria de las movilizaciones. "Salud nos ofrecía un borrador, pero ya nos han tomado el pelo muchas veces con borradores que luego nos han dicho que podíamos tirar a la papelera porque no servían para nada", destacó Martínez.

Geli destacó la voluntad de su departamento de reabrir la negociación en los próximos días para desconvocar los paros previstos para los días 3 y 4 de mayo, que agravarían todadavía más una de las crisis más importantes vividas jamás en la sanidad catalana.

El presidente de la Generalitat, acompañado de la consejera Marina Geli, ayer durante su visita al hospital de Bellvitge.
El presidente de la Generalitat, acompañado de la consejera Marina Geli, ayer durante su visita al hospital de Bellvitge.GIANLUCA BATTISTA

Disculpas a los usuarios

La consejera de Salud pidio ayer disculpas a los usuarios a los que, dijo, "entre todos hemos negado el derecho a la atención sanitaria", y les prometió "subsanar lo antes posible la situación.

Las jornadas de huelga de ayer y de hoy han llegado cuando todavía se arrastran las consecuencias que tuvieron los paros del 28, 29 y 30 de marzo pasados, cuando debieron anularse hasta 115.000 visitas y 1.800 operaciones. Ayer fueron anuladas otras 51.000 visitas, para muchas de las cuales hay que aguardar semanas o meses antes de conseguir cita.

Marina Geli señaló que su departamento "hará todo lo posible" para que los usuarios afectados por la huelga tengan garantizada una nueva cita con su médico antes del verano y anunció que, si es necesario, Salud "comprará actividad adicional" a los centros públicos y concertados para afrontar las demoras. Las patronales también tienen previstas horas extras para los médicos en huelga, de manera que al menos parte de los ingresos perdidos por los facultativos durante estos días los recuperarán en forma de horas suplementarias.

En la mayoría de los hospitales y centros de atención primaria del ICS y la XHUP (centros concertados), la actividad anulada ayer supone entre el 40% y el 50% de la que se realiza diariamente. Muchos de los pacientes que acudieron ayer al médico lo hicieron en balde. La mayoría de centros no habían desprogramado el día anterior las visitas porque, además de desconocer cuál sería el seguimiento de la protesta, se confiaba en un acuerdo de última hora.

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