Sobre los judíos de Marruecos

He leído con interés la respuesta del escritor Edmond Amran el Maleh, intelectual judeo-marroquí, a mi artículo La memoria rota de los judíos del norte de Marruecos, y creo que el señor El Maleh no ha entendido un artículo que escribí para abrir la memoria en lugar de amordazarla.

Los judíos de Marruecos que han tenido una historia larga en el país, incluso anterior a la presencia árabe, estuvieron sometidos desde la islamización, como bien sabe el señor El Maleh, a la Dimma, que limitaba su libertad e igualdad de derechos, estableciendo seis infracciones que causaban la muerte y otras seis que provocaban castigos corporales y penas penitenciarias. La Dimma sólo se paralizó con el establecimiento del Protectorado. Esto no impide que los judíos marroquíes añoren su país, ni amen a sus gentes. No se abandona sin desgarro.

Acusar al sionismo o a Israel de ser el único causante del exilio judío del nuevo Marruecos es, pues, ignorar esa realidad histórica y el sentimiento de esta población, usando un estereotipo de fácil aplauso popular. Nada impide que se sostenga abiertamente un debate sobre la integración de estos judíos en Israel, pero ése es otro tema. Del escritor El Maleh siempre he seguido la obra con interés; a pesar de que ahora vivamos yo en España, él en Francia, tenemos similar origen. Hay que sumar memorias, no callarlas; eso es lo saludable.