Ucrania se empeña en la energía nuclear
Kiev pretende construir 20 nuevos reactores atómicos y prolongar la vida de los antiguos
Ucrania -al igual que Rusia- parece no haber aprendido la lección de Chernóbil y se ha embarcado en un ambicioso programa para desarrollar la energía nuclear. Este programa no sólo contempla la construcción de unos 20 nuevos reactores de un millón o más de kilovatios cada uno, sino también la prolongación del funcionamiento de los bloques energéticos que van agotando sus plazos de vida útil, con los consiguientes peligros que ello conlleva.
Natalia Shumkova, directora del Departamento de Energía Atómica, ha explicado a EL PAÍS la estrategia aprobada recientemente, que también contempla aumentar la extracción de uranio y la creación de depósitos para almacenar el combustible utilizado.
Actualmente funcionan 15 bloques energéticos en Ucrania, 13 de un millón de kilovatios de potencia y dos de 440.000, que están distribuidos en cuatro centrales nucleares: Jmelnitski, Rovno, Ucrania del Sur y Zaporozhie. Estas centrales producen un 50% de la electricidad que consume el país. Pero el problema es que con el desarrollo industrial, se necesita cada vez más energía. Y habida cuenta de que la mayoría de los reactores fueron construidos en la década de los ochenta del siglo pasado, su plazo de vida útil -de unos 30 años- está pronto a expirar.
"Ucrania no tiene cómo reemplazar lo que producen las centrales nucleares. El uso de fuentes alternativas -viento, sol, mareas- es secundario y puede suponer del 2% al 5% del total. Los recursos hidráulicos son limitados en Ucrania y producen menos del 10% del consumo nacional. Si a esto agregamos el encarecimiento de los precios del gas y los problemas que ha habido últimamente, tendremos que concluir que el desarrollo de la energía nuclear es un imperativo", señala Shumkova.
A pesar de que prestigiosos científicos se oponen a prolongar la vida útil de los reactores -en Rusia, el académico Nikolái Ostretsov recurrió a los tribunales después de que se prolongara el funcionamiento de un reactor, y como el caso ha sido rechazado en todas las instancias, ahora ha apelado a Estrasburgo-, Ucrania ha aprobado un plan de modernización de los viejos bloques. "Hay precedentes de prolongación de 5, 10, 20 y más años. Y ésta es la tarea que vamos a acometer, para lo cual hemos comenzado ya los trabajos preparatorios", explica Shumkova.
La estrategia a seguir en el campo de la energía atómica contempla aumentar la potencia instalada en más del doble para el año 2030, es decir, pasar de los actuales 13,8 millones de kilovatios a casi treinta. "Teniendo en cuenta que para entonces algunos bloques modernizados habrán consumido ya el plazo de vida prolongada, deberemos construir en los próximos 25 años unos veinte bloques de un millón de kilovatios cada uno", dice.
Para Shumkova, el viraje hacia el desarrollo de la energía atómica ya se ha producido. "Después de un largo intervalo pusimos en funcionamiento dos nuevos bloques de un millón de kilovatios en las centrales de Jmelnitski y Rovno. Desde que Ucrania es independiente hemos inaugurado sólo tres reactores: esos dos, más uno en Zoporozhie, en 1996. La necesidad de construir nuevos bloques venía dictada por la decisión -tomada bajo presión internacional- de cerrar los tres reactores que funcionaban en Chernóbil. Se suponía que Europa nos ayudaría a financiar la construcción de nuevos bloques para reemplazar la potencia perdida con el cierre de Chernóbil. Pero no ocurrió y Ucrania los construyó con sus propios medios".
Después de un periodo de explotación experimental, los reactores comenzaron a funcionar hace poco en régimen industrial: el segundo de Jmelnitski, el año pasado, y el cuarto de Rovno, a principios de este mes. El próximo paso será reanudar la construcción de dos bloques Jmelnitski, congelada por más de una década. La aplicación de la estrategia aprobada no conllevará un aumento de la energía nuclear en el balance nacional, que todos estos años continuará siendo del orden del 50%, tomando en cuenta las crecientes necesidades de electricidad por el desarrollo del país.
Los planes de Kiev contienen noticias poco agradables para Moscú, que por el momento posee el monopolio del abastecimiento de reactores y combustible nuclear a Ucrania. Para construir los nuevos bloques se llamará a concurso internacional.
Con la firma Westinghouse, Kiev colabora hace ya cinco años para romper el monopolio ruso en el abastecimiento de combustible. La meta final de Ucrania es, primero, extraer para 2015 el 100% del uranio que necesita -por el momento, su producción nacional cubre sólo el 30%- y luego pasar a producir aquí mismo el combustible nuclear, a partir de 2013. "La tecnología que utilizaremos -rusa, francesa o estadounidense- no está aún decidida", declara.
Ucrania quiere también dejar de enviar el combustible usado a Rusia y crear un depósito centralizado, para lo que compiten Chernóbil y Jmelnitski. Shumkova confía en que las tecnologías modernas permitirán reutilizar en los nuevos reactores el combustible almacenado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.