Una turba lincha en Guatemala a dos personas a las que acusaba de robar niños

Una enardecida turba de un pueblo indígena del oeste de Guatemala linchó ayer a un hombre y a una mujer, a quienes acusaba de robar niños para venderlos a matrimonios extranjeros. La pareja fue golpeada y, posteriormente, rociada con gasolina y quemada viva, ante la incapacidad de la policía para evitar el linchamiento. El hecho ocurrió la tarde del miércoles, hora local, en Sumpango, una población situada a 35 kilómetros al oeste de la capital.

Según versiones de los vecinos, la pareja quiso secuestrar a un menor cuando salía de la escuela. Al escuchar los gritos del niño, un grupo de vecinos rescató al pequeño y alertó a la policía. Los agentes detuvieron a los supuestos atacantes, que fueron conducidos a la comisaría del lugar. Casi simultáneamente, otro grupo de vecinos se dirigió al centro de la población y, por medio de las campanas de una iglesia católica, dio la alarma. En pocos minutos se concentraron más de 2.000 personas, La multitud asaltó el cuartelillo y, desoyendo las súplicas del subcomisario, sacó a la pareja, la atacó con palos y machetes, para después rociarla con gasolina y prenderle fuego.

El fenómeno de los linchamientos se incrementó en Guatemala a partir de 1996, cuando concluyó una guerra civil de 36 años. Desde entonces y hasta la fecha, según estadísticas de grupos humanitarios, se han registrado más de 600 casos. El pasado 6 de abril fueron linchadas dos mujeres en una población indígena del noroeste de Guatemala, a quienes los pobladores acusaban de haber asesinado a tiros a otra mujer. Diversas instituciones públicas y privadas, entre ellas organizaciones religiosas, así como Naciones Unidas, han hecho infructuosas campañas para prevenir los linchamientos