"Los palestinos no quieren un Estado religioso"
Cristiano y socialista, Víctor Batarseh, médico de 70 años, fue elegido a finales del año pasado alcalde de Belén con el apoyo de los islamistas radicales de Hamás. El cóctel parece contradictorio, incluso indigesto, pero una de las ciudades más emblemáticas para los cristianos es ahora también un símbolo de la confusa situación que atraviesan los territorios ocupados. Batarseh, del Frente Popular para la Liberación de Palestina, está de visita en España desde el miércoles.
Pregunta. ¿Qué opina de la decisión de muchos países occidentales de suspender la ayuda tras la victoria de Hamás?
Respuesta. Es muy equivocada. El nuevo Gobierno ha sido elegido libre y democráticamente por la gente y hay que respetarlo. O aceptas los resultados o no digas que quieres democracia.
P. ¿Pero no es imperativo que el nuevo Gobierno condene antes la violencia?
R. Si se quiere condenar la violencia -y lo hacemos- debe ser en ambos lados. Existe algo llamado terrorismo de Estado e Israel lo practica: cada día hay aviones y tanques que matan a civiles palestinos. No disculpamos ningún asesinato, pero hay que condenarlo todo.
P. ¿Cómo podría detenerse esta espiral?
R. Fácilmente: el mundo debe forzar a Israel a cumplir las resoluciones de Naciones Unidas y darnos el derecho a la autodeterminación; a tener nuestro propio Estado viable con las fronteras definidas en 1967. Entonces pararía este círculo terrible. Lamentablemente, el autollamado mundo libre tiene doble rasero y teme que si presiona a Israel será acusado de antisemita.
P. ¿Se siente cómodo un cristiano socialista como usted llegando a la alcaldía gracias al apoyo de Hamás?
R. A mí quien me ha apoyado es la gente de Belén. A la hora de elegir entre mi candidatura y la del candidato de Al Fatah, Hamás me prefirió a mí. Todos somos de Belén y hemos vivido juntos durante años sin problemas. La ciudad es un modelo de coexistencia entre las religiones.
P. ¿No se siente más próximo a Al Fatah que a Hamás?
R. Lo primero que hay que aclarar es que todos compartimos un mismo objetivo: el establecimiento de un Estado. Después hay diferencias, y, efectivamente, una vez logrado este objetivo, tendríamos más en común con Al Fatah porque queremos un Estado secular. Hamás lo sabe, pero en el Ayuntamiento no hablamos de política ni de religión, sino de la ciudad.
P. ¿Pero no teme que el Gobierno de Hamás tenga una agenda islamista basada en la sharía (ley islámica)?
R. Seguro que deben estar pensando en algo así, pero no para ahora. Quizá a largo plazo. Pero creo que saben que es muy difícil lograrlo en Palestina porque la gente no acepta un Estado religioso.
P. ¿Entonces, por qué ganó Hamás?
R. No fue por cuestiones religiosas, sino para tener un cambio. En los últimos 10 años no se ofreció ninguna solución y Hamás ha trabajado mucho con los pobres, que representan el 70% de la población. Y no hay que olvidar la corrupción que había.
P. ¿Cuál es la situación de los cristianos palestinos?
R. Hay emigración islámica y cristiana, pero la cristiana es más visible porque lo tenemos más fácil al tener mucha familia fuera. La de ahora se debe en parte a que nuestras ciudades se han convertido a menudo en prisiones por el muro que construye Israel: se nos impide salir sin permiso y se estrangula nuestra economía, que tiene el 55% de paro. Nuestros hermanos musulmanes no quieren vernos marchar.
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