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Los nepalíes desafían el toque de queda y redoblan las protestas contra el rey

La policía causa tres muertos y un centenar de heridos al abrir fuego contra manifestantes

Las calles de Katmandú se tiñeron ayer de sangre en otra dramática vuelta de tuerca del pulso que mantienen el rey Gyanendra y la oposición democrática nepalesa. Más de 30.000 personas desafiaron el toque de queda impuesto en el centro de la capital por el monarca, que desde febrero de 2005 dirige con puño de hierro, sin Parlamento y sin Gobierno, el destino de este pequeño país instalado en el techo del mundo. La dictadura real ha unido a los siete partidos democráticos, que mantienen desde hace 15 días una huelga general para exigir la convocatoria de elecciones.

La oposición asegura que no cederá hasta conseguir que se convoquen elecciones

Al menos tres manifestantes murieron y un centenar resultaron heridos, algunos de gravedad, cuando la policía abrió fuego contra la marea de nepaleses que avanzaba hacia el centro de Katmandú en un claro reto al mandato real, informa la agencia Reuters. El toque de queda, de 18 horas de duración, se ha extendido a hoy, después de que la alianza opositora anunciara que volverán a tomar las calles de Katmandú.

La oposición pretendía celebrar ayer con esta exhibición de fuerza el inicio de su tercera semana de huelga general. En las protestas habidas estos días en distintas ciudades del país han muerto otros 10 manifestantes, cuatro de ellos el miércoles en la ciudad de Chandragadhi.

Después de más de un año de tratar inútilmente de convencer al rey de que debe restaurar el Gobierno y el Parlamento, democráticamente elegido, la oposición asegura que no cederá hasta conseguir que se convoquen elecciones.

"Gyanendra, déjanos en paz. Vete del país", cantaban las decenas de miles de manifestantes que, tocando palmas y sin parar de pedir "democracia y elecciones ya", avanzaban hacia el centro de la ciudad, tomada por miles de efectivos de la policía militar y agentes antidisturbios. Blindados y tanquetas ocupaban las principales plazas y calles de Katmandú. Muchos habitantes presenciaron desde los tejados de sus casas la acción policial, que con gases lacrimógenos, balas de goma y fuego real trató de dispersar a los manifestantes.

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"El rey Gyanendra tiene que devolver el poder a los representantes del pueblo", declaró a la cadena de radio británica BBC Minendra Rijal, miembro del opositor partido del Congreso. "Nuestro objetivo básico es celebrar elecciones para una asamblea constituyente. Ninguna otra oferta será aceptable para el pueblo de Nepal", añadió.

El rey ha acusado a la guerrilla maoísta de estar infiltrada entre los manifestantes y de provocar los enfrentamientos con las fuerzas policiales.

La guerrilla, que pretende el derrocamiento de la monarquía y la instauración de una república comunista igualitaria, declaró el mes pasado un alto el fuego unilateral para dar una oportunidad a la plataforma formada por los siete partidos democráticos. La tregua, según los maoístas, debía facilitar la consecución de una salida negociada a la crisis que azota al país.

La guerrilla, nacida en 1996 del desencanto de algunos políticos con la vida parlamentaria y la perenne pobreza del campesinado, se ha hecho fuerte en amplias zonas del país. Al menos 15.000 personas han muerto en los enfrentamientos entre los maoístas y el Ejército real. Los expertos señalan que cuentan con entre 10.000 y 15.000 hombres armados.

La incapacidad del Gobierno para hacer frente a la amenaza maoísta fue la excusa utilizada por el rey para dotarse de poderes absolutos. Gyanendra llegó al trono de este país de unos 25 millones de habitantes en 2001, tras la espantosa matanza palaciega realizada por el príncipe heredero Direndra, quien al suicidarse convirtió a su tío en heredero.

India, país que ejerce una enorme influencia sobre su pequeño vecino, mandó ayer un enviado a entrevistarse con el rey. De regreso a Nueva Delhi, Karan Singh declaró a los periodistas que está convencido de que Gyanendra "realizará pronto un anuncio que ayudará a tranquilizar considerablemente la situación". El diputado indio consideró que hay indicios suficientes para esperar una salida negociada entre el rey y la alianza de los siete partidos, que insiste en que sólo es posible una monarquía constitucional.

El Reino Unido, que como antigua metrópoli también mantiene unas estrechas relaciones con Nepal, declaró, a través de su embajador Keith Bloomfield, que "el primer paso debe ser la restauración total de la democracia". Bloomfield dijo a la BBC que la situación se está deteriorando "muy rápidamente" y subrayó que si el rey no actúa de inmediato, "la monarquía constitucional puede desaparecer de la mesa de negociaciones".

Fuentes del hospital privado Model, de Katmandú, indicaron que habían ingresado en éste tres personas muertas a consecuencia de los disparos recibidos y otras 40 que también presentaban heridas de bala. Testigos presenciales denunciaron que la policía se llevó sin explicaciones los tres cadáveres. Otro medio centenar de heridos fueron ingresados en distintos hospitales y clínicas de la capital.

Una manifestante protesta rodeada de policías ayer en Katmandú.
Una manifestante protesta rodeada de policías ayer en Katmandú.ASSOCIATED PRESS

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