PP y andalucistas votan en bloque contra todos los títulos de la iniciativa de reforma del Estatuto

La Comisión de Desarrollo Estatutario aprobó ayer con los votos de PSOE e Izquierda Unida la proposición de ley de reforma del Estatuto de Autonomía, el penúltimo paso antes de su ratificación definitiva por el pleno del Parlamento. Populares y andalucistas votaron juntos que no a casi todos los títulos del nuevo texto, cuyo debate no había terminado al cierre de esta edición. Los socialistas se quedaron solos a la hora de aprobar la definición como nacionalidad histórica de la comunidad en el articulado. IU anunció su voto a favor del Preámbulo donde se alude a la realidad nacional.

La proposición de ley de reforma del Estatuto de Autonomía se debatió artículo por articulo, a petición de PP y PA, una tramitación inédita en la historia del Parlamento andaluz. Normalmente, los partidos defienden de manera agrupada las enmiendas a cada título de los proyectos de ley con el fin no sólo de ahorrar tiempo, sino para transmitir de manera más coherente y contundente sus argumentos a favor o en contra. Eso es lo que hicieron PSOE e IU con lo cual lograron un doble efecto: defender el proyecto y cuestionar las enmiendas de populares y andalucistas.

Éstos, por el contrario, se limitaban a leer y justificar sus modificaciones, por lo que su discurso se diluyó en una maraña de intervenciones de carácter técnico, pero con escaso impacto político y mediático.

El presidente de la comisión y portavoz socialista, Manuel Gracia, dio dos minutos para la defensa de cada enmienda -se mantuvieron alrededor de medio millar-, un tiempo que redujo a la mitad a partir de las seis y media de la tarde.

Lo más destacado de ayer fue que PSOE e IU reforzaron su acuerdo; y que populares y andalucistas, desde las antípodas, estrecharon sus lazos por el no al Estatuto. En la comisión hubo dos sorpresas: la primera es que IU anunció su voto a favor del Preámbulo en el que se alude a la realidad nacional de Andalucía, aunque mantiene para el pleno su defensa del concepto de nación. Según su portavoz, Concha Caballero, el sí era un "gesto de apoyo" ante lo que su compañero de escaño Antonio Romero llamó "racismo político" contra Andalucía. El Preámbulo es de los pocos apartados que los partidos de izquierda no tenían acordado, por lo que el voto afirmativo de IU a realidad nacional hace casi imposible la marcha atrás del PSOE a esta redacción.

IU también arrancó de los socialistas la ampliación del número de diputados del Parlamento andaluz. El Estatuto actual establece que la Cámara la integrarán entre 90 y 110 diputados. Los socialistas ofrecieron una transaccional para establecer un mínimo de 109 (los que se eligen ahora). El máximo se establecerá posteriormente en la ley Electoral, cuya reforma debatirán todos los grupos.

Los socialistas se quedaron solos en la votación del título preliminar en el que se define como nacionalidad histórica a la comunidad. IU se abstuvo en la votación, mientras que el PP votó en contra al haberse eliminado la transcripción literal del artículo 2 de la Constitución, que habla de la patria común e indivisible de todos los españoles. Fue en este título donde se produjeron las intervenciones más apasionadas entre los grupos. El portavoz del PP acusó al PSOE de "avergonzarse" de la palabra España, una crítica que el portavoz socialista, Manuel Gracia, rebatió así: "Este es un debate maniqueo. No estamos dispuestos recibir lecciones, ni los andaluces se van a tragar la píldora de que el PSOE y Manuel Chaves van a poner en peligro la unidad de España".

Al cierre de esta edición se habían votado un total de siete títulos y no se había debatido el Preámbulo. El PSOE votó a todos a favor, al igual que IU, que se abstuvo en el de Organización Institucional, así como a determinados artículos (como el de la denominación de nacionalidad histórica).

Por el contrario, el centro-derecha y los andalucistas se opusieron a todos ellos. La posición más extraña fue la que adoptó el PA. Retiró numerosas enmiendas por estar recogidas ya en el informe del dictamen y votó en contra del título de Derechos Sociales, después de valorarlo como "bueno". También se alzó con el no a la transaccional ofrecida por el PSOE a Izquierda Unida para ampliar el número de escaños, una petición que ellos mismos avalaban.