Barcelona plantea poner en marcha un centro de acogida dentro del plan sobre prostitución

Una de las líneas estratégicas más novedosas dentro del plan para el abordaje integral del trabajo sexual que mañana debatirán los grupos políticos del Ayuntamiento de Barcelona es impulsar un centro de acogida para las prostitutas. Se trataría de un equipamiento pensado para las mujeres que quieran dejar la prostitución y no tengan ningún medio para hacerlo y tampoco vivienda.

El documento que se someterá a debate en la comisión extraordinaria de Cultura, Educación y Bienestar Social -para posteriormente discutirlo y aprobarlo en el plenario del próximo 28 de abril- plantea varias líneas estratégicas de atención a las prostitutas que parten de la base de trabajar conjuntamente con las diferentes asociaciones que agrupan a ese colectivo, las cuales han mantenido posturas muy críticas respecto a la ordenanza municipal que entró en vigor el pasado mes de enero por considerar que estigmatiza y persigue la prostitución de forma injusta y cuando no hay un marco legal para hacerlo.

La citada ordenanza castiga con multas a las prostitutas que ofrezcan sus servicios a menos de 200 metros de las escuelas y en los casos en los que se produzca una ocupación masiva de la calle por mujeres y clientes. Estas escenas eran antes muy habituales en la calle de Robadors y cercanías y desde la entrada en vigor de la ordenanza no lo son tanto. De hecho, la Guardia Urbana ha impuesto unas 600 sanciones a prostitutas y en menor medida a algunos clientes.

El desarrollo del plan de abordaje de la prostitución se preveía en la ordenanza, que daba un plazo concreto: tres meses. Y las propuestas, elaboradas por la concejal de Derechos Civiles y Mujer, Pilar Valluguera (ERC), son las que se discutirán en la comisión extraordinaria.

El plan no se caracteriza por ninguna de las dos líneas básicas que existen en la Europa occidental frente a la realidad de la prostitución. No es abolicionista ni propone una regulación sistematizada por zonas o áreas. Defiende, eso sí, que se debe crear un marco legislativo ante la proliferación de redes organizadas que se dedican a la explotación de las mujeres, especialmente ante la constatación de que existe un auténtico tráfico de personas.

En el caso de Barcelona, el estudio previo a la elaboración del plan destaca, entre otras cosas, que el 85% de las mujeres que ejercen la prostitución callejera están en situación irregular en el país.

Básicamente, el plan propone crear una red de apoyo a las mujeres que se vean obligadas al ejercicio de la prostitución. El centro de acogida no es la única medida y en la misma línea se sugieren otras, como la apertura de una agencia que tendría su sede en un lugar todavía no determinado de Barcelona y que contaría con psicólogos y personal asistencial, y la puesta en marcha provisional de un teléfono de atención continua.

Ofrecer sistemas de inserción y de acceso al mercado laboral son otros elementos que aparecen en el documento que se someterá a discusión. En resumen, el objetivo es poner en marcha un circuito de atención integral.