Los estudiantes se convierten en personajes históricos en el día de los monumentos

Doña María Coronel explicó ayer como ella y su marido, Alonso Pérez de Guzmán, decidieron en 1301 levantar un monasterio dónde estuvo enterrado San Isidoro. Ella misma, rejuvenecida gracias al esfuerzo de la estudiantes de 12 años Camelia Neri, desveló los secretos del Monasterio de San Isidoro del Campo, en Santiponce (Sevilla). La idea de convertir a los estudiantes en guías de sus compañeros es una forma de celebrar el Día internacional de los monumentos y sitios histórico-artísticos que los Gabinetes Pedagógicos de Bellas Artes realizaron ayer en toda Andalucía. Además de la noble dama, volvieron a la vida 17 personajes relacionados con el monasterio como Martínez Montañés o Niculoso Pisano.

"Mi marido y yo dejamos escrito que nos enterraran junto al altar mayor y que a nadie más se le diera sepultura delante de nuestras tumbas. Ese es el motivo por el que nuestro hijo, Juan Alonso, mandó construir la otra iglesia al lado de esta y en ella descansa junto a su mujer", María Alonso Coronel, más conocida como Doña María Coronel porque así se llama la calle que la recuerda en Sevilla, ataviada con sus mejores galas les explicaba estas y otras cosas a los alumnos de 3º de Primaria del Colegio Público Valeriano Bécquer.

En el recorrido por el monumento -un monasterio fortaleza con doble iglesia en el que se conjugan los estilos gótico y mudéjar- cobraron vida santos, frailes y algunos de los artistas que trabajaron en el conjunto como el escultor Martínez Montañés, el ceramista Niculoso Pisano o el pintor Nicolás Gómez. Desde las nueve y media de la mañana hasta la una, los 18 actores-guías explicaron a un total de 350 compañeros todo lo referente al monumento y también a sus propios oficios.

Mariló Galán, de 11 años y alumna de 6º como el resto de los actores, se metió en la piel del alarife Diego de Qixada, quien diseñó una de las portadas del conjunto. "Cortamos las piedras con distintas formas para crear estrellas que unimos por medio de lazos. Además, pusimos nuestros nombres en una piedra de color azul que la colocamos encima de la puerta", explica Qixada, quien trabajó junto a su hermano Tomás, a quien interpreta Tamara Malmesat.

"Empezamos a trabajar en el proyecto en febrero con los cuadernos didácticos que ha hecho el Gabinete Pedagógico de Bellas Artes. Los niños están encantados y prueba de ello es que ha colaborado casi toda la clase, 19 de 25 que son, hasta los chicos más difíciles, los que nunca participan en clase y tienen dificultades para entender lo que leen", comentaba orgullosa Luisa María González, tutora de 6º del Valeriano Bécquer, un centro de educación compensatoria.

"Lo interesante del proyecto es que todo el material está preparado: los cuadernos pedagógicos para estudiantes y profesores, los textos de los chicos y también el vestuario; de forma que si otro centro quiere podrá repetir la experiencia", comentó ayer Pedro Respaldiza, coordinador del Gabinete Pedagógico. Mientras tanto, otro grupo de Secundaria se convirtió en ciudadanos romanos en la vecina ciudad Itálica y les mostró como viven a sus compañeros.