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El cooperativismo se vuelca cada vez más en el exterior y eleva las operaciones en Europa y Asia

La producción se suma a la internacionalización más clásica de las firmas agrarias

El cooperativismo valenciano está arraigado con fuerza pero, a diferencia del vasco, está muy lejos de dar el salto para producir en el exterior. Pese a todo, responsables cooperativos han detectado un cambio de mentalidad en los últimos años que está llevando cada vez a más cooperativas -agrarias, de producción e incluso de servicios- a vender en el extranjero, y también a importar productos. A los destinos clásicos en Europa se suman ahora los países del Este y Asia. En el sector, además, se trabaja en un proyecto para potenciar la internacionalización de las cooperativas.

Entre las 95 firmas inscritas en el registro para importar cítricos seis son cooperativas
El sector quiere crear una agencia que sirva a las cooperativas para internacionalizarse

Paloma Tarazona, directora general de la Federación de Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado (Fevecta) defiende que se está produciendo un cambio de mentalidad que lleva a algunas cooperativas a incrementar los intercambios con el extranjero, tanto para exportar como para importar, y a otras a dar los primeros pasos. Tarazona defiende que las "cooperativas que son competitivas dentro también lo son fuera" y apunta que el límite se presenta en el tamaño o en su actividad. La directora general también tiene claro que hay un porcentaje "importante" de cooperativas que puede apostar por salir fuera o por aumentar sus operaciones.

La internacionalización de las cooperativas arrancó hace décadas con la venta de productos agrarios, aunque hay firmas de vidrio o muebles que empezaron a vender fuera en los sesenta. En la actualidad a la venta se suma cada vez con más contundencia la importación. El sector no es ajeno a la globalización económica.

- Cooperativas agrarias

Entre las tres Denominaciones de Origen de vino hay sólo una pequeña parte que exporta. Así, la DO Utiel-Requena aglutina a cuatro de estas cooperativas. Una de ellas es Coviñas, cooperativa de segundo grado que aglutina a otras 13, y otra, Bodegas Utielanas, que empieza ahora este camino. La DO de Valencia también cuenta con cinco cooperativas exportadoras y el caso más consolidado es el de La Viña de Fuente La Higuera, que vende fuera el 90% de su producción. Y la DO Alicante aglutina a otras cuatro exportadoras, la mayor es Bocopa (segundo grado).

También hay cooperativas que importan. Entre las 95 empresas inscritas en el registro de Importadores de Cítricos 2005/2006 del Ministerio de Agricultura figuran seis. Fuentes del sector agrario explican que éstas han comenzado a importar hace tres o cuatro años y que las cantidades son pequeñas y buscan cubrir huecos de producción. Una de ellas es Anecoop, la principal exportadora española de hortalizas y la única también que a la exportación ha sumado una plataforma logística en Polonia y oficina comercial en otros cinco países europeos. Fuentes de Anecoop explicaron que prácticamente no importan y que cuando lo han hecho ha sido "testimonial" y para cubrir un determinado hueco. Anecoop puntualiza que están inscritos "por si acaso" hace falta.

Y en el sector del aceite, Manuel Peris, técnico de las cooperativas de Valencia (Uteco) asegura que detecta "un salto" en los últimos años en las exportaciones, pese a que añade que aún es "poco" lo que venden fuera y apenas supone 60 millones. Peris explica que la exportación de graneles, sobre todo a Italia, es más tradicional mientras que la venta de producto embotellado es "el futuro" al que se suman cada vez más cooperativas.

- Producción

El cooperativismo de producción valenciano está caracterizado por negocios pequeños y medianos que están muy lejos de la fuerte infraestructura que ha logrado el País Vasco y que ha llevado a Mondragón Corporación Financiera a tener cerca de 40 plantas productivas en el extranjero. Con todo, las cooperativas valencianas están incrementando paulatinamente sus intercambios comerciales en el exterior. Algunas de ellas cuentan con una experiencia muy consolidada. Es el caso de La Mediterránea, la cooperativa de vidrio reciclado y cerámica decorativa, que ha introducido entre su oferta textiles para el hogar, que exporta más del 70% de su producción a 70 países.

Otro caso sería COIM (Cooperativa Industrial del Mimbre) que desde 1965 exporta parte de su producción. La firma de muebles de Moixent exporta el 20% de lo que vende y los países del Este se han convertido en su principal mercado en sustitución de los socios europeos más clásicos y donde el mercado está más saturado. COIM también importa complementos de sus productos de Asia.

Otro caso sería Industrias Parbol, de fabricación de Arcas Fúnebres, y que Fevecta explica que está buscando contactos en los países bálticos y en los del este de Europa para importar materia prima con la que fabricar. Y otro ejemplo lo representa Artesanos Reunidos Ayelo, dedicada a la confección de cestos de mimbre y artículos de decoración, y que ya compra producto en China.

- Otros casos

Uno de los casos más singulares dentro del sector cooperativo es la eléctrica San Francisco de Asís de Crevillent. Fundada en 1925 la cooperativa de distribución, generación y comercialización de electricidad cuenta con dos mini centrales hidráulicas en Portugal, donde tiene previsto abrir cuatro más. Y en la República Dominicana ha montado una empresa al 50% con un socio local para producir energía a partir del gasóleo.

La producción tiene plan

Dentro de los planes que se han ido elaborando desde la Consejería de Empresa, Universidad y Ciencia el sector cooperativo ha visto la oportunidad de trabajar en la definición de un proyecto que potencie la internacionalización de las empresas de producción. Paloma Tarazona, de hecho, explica que Fevecta está realizando un diagnóstico de cooperativas de producción con la intención final de diseñarles un plan personalizado que les sirva para aprovechar todas las ayudas que existen para los mercados exteriores y que en muchos casos ellas no saben aprovechar por falta de información.

Por ello, y para suplir las carencias que se traducen de su escaso tamaño, la responsable cooperativa asegura que todo el proceso de análisis y de asesoramiento pretende generar "algún tipo de medio agencia" que trabaje para un grupo de cooperativas en un par de años. Esta estructura podría orquestarse a través de la creación de una cooperativa de segundo grado con sede en la Comunidad Valenciana pero que trabaje para potenciar los intercambios comerciales con el extranjero.

Fevecta estima que en la Comunidad Valenciana funcionan alrededor de un centenar de cooperativas de producción, prácticamente todas ellas de pequeño y mediano tamaño. Esta cifra, además, es poco significativa en el conjunto de todo el sector, que suma más de 2.550 cooperativas en los distintos puntos del territorio valenciano -principalmente agrarias y de trabajo asociado- y que roza el millón de socios, según los datos de 2005 de la confederación que las aglutina.

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