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Hamás busca sobrevivir sin Israel

El Gobierno palestino trata de reducir al mínimo la dependencia económica del vecino

"Esto es un montón de escombros". Ayman Abid, consejero del Ministerio de Economía, esboza en su despacho de Gaza un panorama más que sombrío para la economía palestina, asfixiada por cinco años de cerco impuesto por el Gobierno israelí. El nuevo Ejecutivo, dirigido por Hamás, da sus primeros pasos. De momento, sólo estudia cómo paliar la ruina. Aunque tiene un objetivo claro: desvincular su economía de la del Estado judío -la otra cara de la moneda de la evacuación de Gaza- y desmantelar los monopolios que los prebostes de Al Fatah montaron para beneficio propio en colusión con empresas hebreas.

El desempleo afecta a casi la mitad de los 3,7 millones de palestinos; las deudas heredadas por el Ejecutivo rozan los 600 millones de euros y en las arcas de Hacienda no hay un dólar; el pago de los salarios a los 140.000 funcionarios se retrasa sin fecha fija; la UE, además de Estados Unidos, ha cortado las ayudas financieras al Gabinete de Hamás; las promesas de los países árabes no terminan de cumplirse, y el banco jordano que gestionaba los fondos de la Autoridad Nacional Palestina, temeroso de las eventuales demandas judiciales procedentes de Washington, ha cerrado la cuenta de la ANP. El Gobierno, encabezado por el islamista Ismail Haniya, sólo puede negociar la miseria, mientras sus rivales de Al Fatah colocan todos los palos en las ruedas de un carro que tardará en moverse. Si es que el Ejecutivo arranca y no se hunde en el intento.

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"La situación es un caos producto del secuestro de la economía", confiesa Abid. "No ha habido planes de desarrollo. Muchos de los dirigentes de la ANP utilizaban las ONG para recaudar dinero de Occidente que acababa en sus bolsillos. Los culpables de este desorden somos nosotros, pero también EE UU y la UE, que conocían perfectamente el despilfarro", añade.

Jalil Nofal, uno de los máximos dirigentes fundamentalistas, apunta un par de ejemplos: "En las aduanas de Gaza, los impuestos que se recaudaban iban a cuentas privadas; 75 millones de euros que desaparecían cada mes. El gas extraído de Gaza se vende a una compañía británica por 65 millones de euros mensuales. No pretendemos revisar el contrato. Sólo queremos saber dónde iban esos 65 millones". Aunque asesora al Ejecutivo de Hamás, Abid milita en Al Fatah. Y corrobora punto por punto el relato del jefe islamista.

Desmantelar el entramado corrupto será una labor gigantesca que requerirá tiempo. Muchos cabecillas del partido que gobernó los territorios ocupados desde la fundación de la ANP, en 1994, auguran pocos meses de vida a la Administración de Haniya. En los despachos oficiales y universidades nadie ofrece nombres y apellidos. Pero en varios medios de prensa y en las calles la coincidencia es total. El ex primer ministro Ahmed Qurei; Musa Arafat, primo del líder fallecido en 2004, asesinado el año pasado; Mohamed Dahlan, jefe durante cinco años de las fuerzas de seguridad en Gaza, y Yasir Abbas, hijo del presidente Mahmud Abbas, son algunos de los privilegiados por unos monopolios que beneficiaban también a sociedades israelíes. El cemento, el hierro, el petróleo, el tabaco, el azúcar. Todo entraba desde Israel, y todo pasaba por las manos de esos apellidos ahora poco ilustres.

"Desvincular la economía palestina de la israelí es el objetivo principal del Gabinete. No será fácil, porque Israel quiere mantener los territorios palestinos como mercado", comenta Issam Buhaisi, profesor de contabilidad financiera de la Universidad Islámica. "La ANP ha destruido todo antes de salir del Gobierno. No tenemos industria, las fronteras están cerradas. Israel prohibió la entrada de materiales para nuestra industria. Ese es el factor principal de la crisis. Además, en los últimos cinco años no se ha podido exportar", explica Buhaisi. Por si fuera poco, la importación de productos chinos, sobre todo ropa y zapatos, ha dañado más la economía. "Fomentar las relaciones comerciales con los países árabes es uno de nuestros objetivos primordiales. No podremos ser independientes si somos dependientes económicamente", señala Nofal.

Con ese fin en mente, el Gobierno se propone edificar polígonos industriales junto a la frontera con Egipto y ejecutar unos convenios, hasta ahora en letargo, firmados hace años. La ANP suscribió con Egipto, Jordania y otros Estados árabes acuerdos para que los productos palestinos pudieran venderse en esos países sin aranceles y para importar petróleo. No se han aplicado. "La ANP protegía los intereses de los monopolios", precisa Buhaisi.

En la actual Administración no hay dudas de que los denostados ex gobernantes no se van a quedar de brazos cruzados. "En pocos meses tendremos problemas si la situación no mejora. Pero un asunto está claro: no se permitirá que regresen los sinvergüenzas. Son auténticos gangs. Al menos la mafia no jugaba con el hambre de la gente", dice el consejero Abid de los ex dirigentes de Al Fatah.

El parlamentario palestino Ibrahem Abu Salem, miembro de Hamás, muestra donaciones para su partido.
El parlamentario palestino Ibrahem Abu Salem, miembro de Hamás, muestra donaciones para su partido.EFE

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