Irán anuncia que ha enriquecido uranio y acelera su plan nuclear
Teherán desafía a la ONU, que le había dado un mes para suspender el programa
Irán confirmó ayer que ha logrado enriquecer uranio, paso necesario para la fabricación tanto de combustible como de armamento nuclear. El anuncio, realizado por el jefe del programa atómico, fue confirmado por el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que en un desafiante discurso animó a los científicos a acelerar el proceso. Teherán responde así al Consejo de Seguridad de la ONU, que le había instado a suspender esta actividad antes del 28 de abril.
"En este momento histórico, gracias a las bendiciones de Dios y a los esfuerzos de nuestros científicos, declaro aquí que el ciclo de combustible nuclear a escala de laboratorio ha sido completado, y que los científicos produjeron uranio enriquecido en el grado que necesitan nuestras plantas nucleares", declaró el ultranacionalista Ahmadineyad ante un gran número de responsables militares, políticos y religiosos que en varias ocasiones interrumpieron su discurso con gritos de "Alá es el más grande".
Previamente, Gholam Reza Aghazadeh, director del Organismo Iraní de la Energía Atómica, había ofrecido más detalles en una alocución retransmitida por la televisión estatal. "El 9 de abril logramos enriquecer uranio a un nivel del 3,5%", dijo. "Esto pavimenta el camino para el enriquecimiento de uranio a nivel industrial, e intentaremos crear, de aquí a fin de año, un conjunto de 3.000 centrifugadoras".
Horas antes del anuncio, realizado en la ciudad santa de Machhad, el presidente de Irán, Ali Akbar Hachemi Rafsanyani, había preparado el terreno al asegurar que su país había logrado hacer funcionar "con éxito 164 centrifugadoras de enriquecimiento de uranio" en la planta de Natanz, en el centro del país.
Nada, pues, se había dejado a la improvisación. A Teherán tiene previsto llegar hoy Mohamed Al Baradei, jefe del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), que intenta sin éxito mantener bajo control el programa nuclear iraní.
En dos semanas, además, vence el plazo dado por el Consejo de Seguridad de la ONU para que el Gobierno iraní suspenda su programa de enriquecimiento de uranio y se someta a las directrices del OIEA. El régimen iraní retomó el pasado mes enero sus actividades nucleares y rompió los precintos que los inspectores internacionales habían colocado en sus instalaciones. Ahmadineyad reiteró ayer que el programa nuclear, "reclamado por todos los iraníes", tenía objetivos "puramente pacíficos" y animó a los científicos a acelerar el proceso para poner en marcha varias centrales nucleares. La comunidad internacional, sin embargo, tiene motivos para sospechar que el objetivo del régimen de Teherán es lograr cuanto antes la fabricación de la bomba atómica.
Las reacciones al anuncio iraní fueron inmediatas. "Irán va en la mala dirección", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan. El paso dado por Teherán, añadió, refuerza las inquietudes internacionales y lo aísla aún más. Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, se mostró muy prudente y dijo que esperaría a los informes de los expertos. Rumsfeld recordó que Estados Unidos sigue en estos momentos "la vía diplomática" en el conflicto iraní, y restó credibilidad a las informaciones aparecidas recientemente en algunos medios estadounidenses, en el sentido de que Washington no descartaba la opción militar.
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea han optado por dejar en manos del Consejo de Seguridad la búsqueda de soluciones a la crisis iraní. Ayer mismo un alto cargo ruso reconocía que, con su actitud, Teherán está empujando a la ONU a la imposición de sanciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.