Un incendio forestal corta la vía férrea, la N-340 y la autopista AP-7 en Vandellòs

Un incendio forestal, avivado por fuertes rachas de mistral de hasta 70 kilómetros por hora, se desató ayer por la tarde en los alrededores de la central nuclear Vandellòs II (Baix Camp) y obligó a cortar el tráfico de trenes y el de vehículos por la carretera N-340 y la autopista AP-7, así como a desalojar dos cámpings. Tráfico cortó la circulación de vehículos en dirección norte porque en la zona no hay rutas alternativas a las cortadas por el fuego. El tráfico en dirección sur tenía que realizar una vuelta de 60 kilómetros por carreteras secundarias para evitar la zona del fuego.

El corte de las vías de comunicación ocasionó fenomenales retenciones de vehículos de más de 10 kilómetros en ambos sentidos de la marcha. Los bomberos desalojaron dos cámpings de la zona y un área de servicio de la autopista. Los cámpings son El Templo del Sol, del que tuvieron que desalojarse a 120 campistas y el Cala d'Oques con 21 personas. Algunos de los campistas fueron realojados en el polideportivo de L'Hospitalet de l'Infant, aunque la mayoría de ellos prefirió volver a sus domicilios de origen. También fueron advertidos los vecinos de un núcleo habitado en la playa de la Almadrava ante la eventualidad de un desalojo.

A medianoche, el fuego llevaba consumidas más de 700 hectáreas de bosque entre Vandellòs, L'Hospitalet de l'Infant (Baix Camp) y L'Ametlla de Mar (Baix Ebre). Esta fue la primera evaluación provisional que hicieron los bomberos de un incendio que es el más importante del año y que al cierre de esta edición continuaba activo, aunque no avanzaba.

El fuego se declaró en una zona elevada, el barranco de la Almadrava, y fue avanzando montaña abajo hacia el complejo nuclear de Vandellòs, formado por la central Vandellòs II y también por la desmantelada Vandellòs I.

El reactor de la central se encuentra parado desde hace una semana a causa de una avería interna y ayer el alcalde de la localidad, Josep Castellnou (CiU), y el delegado de la Generalitat, Xavier Sabaté, aseguraron que no había riesgo para la seguridad de las personas. Además, los mecanismos de seguridad de la planta atómica hacen imposible que un fuego forestal alcance el interior del complejo atómico.

Antes de llegar a las proximidades de la nuclear, el fuego debería atravesar la carretera N-340, la AP-7 y la vía del tren, infraestructuras que fueron cortadas al tráfico desde las ocho de la tarde por falta de visibilidad debido al intenso humo, y que a medianoche continuaban cerradas. Los Mossos d'Esquadra dirigieron el desvío de los vehículos, que tuvieron que recorrer muchos kilómetros de más para encontrar una vía alternativa en la C-44 y la C-12. Renfe, cuya línea discurre en paralelo y junto a las carreteras cortadas, decidió suspender el servicio entre los municipios de Vandellòs y L'Aldea (Baix Ebre).

Los bomberos explicaron que las llamas saltaron en algunos puntos por encima de las carreteras y también traspasaron la vía única de Renfe. Estas mismas fuentes aseguraron a las 21.30 horas que la cabeza del incendio había dejado de avanzar. Sin embargo, aún quedaban flancos activos del fuego que no estaban controlados. Las rachas de viento, que superaron los 70 kilómetros por hora durante toda la jornada, unidas a la dificultad de acceso al lugar donde se declaró el fuego multiplicaron la complejidad de la extinción. La zona afectada es de bosque poco denso, de pino y matorral, que ya había ardido en la década de los ochenta. Para luchar contra el fuego los Bomberos de la Generalitat desplazaron 56 dotaciones terrestres y 3 medios aéreos, que al llegar la noche se vieron obligados a dejar de trabajar.