La Mesa Nacional de Batasuna se suma a la marcha contra la prohibición de su acto
Otegi, Petrikorena y Olano, en libertad bajo fianza, evitaron hacer declaraciones
La mayoría de los miembros de la Mesa Nacional de Batasuna se sumaron, aunque en un segundo plano, a la manifestación que recorrió ayer las calles de San Sebastián. La marcha fue convocada por un grupo de particulares para protestar por la prohibición judicial del acto que la formación ilegalizada había convocado, también para ayer, en el Kursaal. Batasuna pretendía presentarse en ese acto como partido de izquierdas e independentista en el nuevo panorama vasco. Ateniéndose a las advertencias del juez y de la Ertzaintza, la formación abertzale evitó protagonizar la marcha con sus símbolos.
A la misma hora, las 12, en que pretendían realizar el acto en el palacio de congresos del Kursaal, los miembros de la Mesa Nacional recibían una calurosa acogida en el Boulevard de San Sebastián. Especialmente, Arnaldo Otegi, Juan José Petrikorena y Juan María Olano, que salieron el viernes de la prisión madrileña de Soto del Real tras abonar 650.000 euros de fianza. Otegi posó sonriente y paciente, pero sin realizar una sola declaración. "No tengo nada que decir", fue su respuesta a los requerimientos de los periodistas antes de iniciar la marcha.
Tras haber asumido la "imposibilidad" de celebrar el acto prohibido en el Kursaal, como reconoció el pasado jueves Joseba Permach, la dirección abertzale eligió también ayer un perfil bajo para hacerse visible en la manifestación alternativa, en la que también estuvo Rafael Díez Usabiaga, secretario general del sindicato LAB, que había llamado a acudir. La convocatoria de actos a través de particulares sin una vinculación evidente con Batasuna ha sido una práctica habitual cuando la izquierda abertzale ha querido contestar su ilegalización, pero sin correr excesivos riesgos.
Los manifestantes se ciñeron en su literalidad a la resolución enviada el viernes por el Departamento vasco de Interior, que les advirtió de que la marcha debía discurrir conforme a lo que habían comunicado y que en ella no podían participar "mediante anagramas o textos organizaciones declaradas ilegales".
Miles de personas recorrieron entre las 12 y la una las calles de San Sebastián hasta retornar al Boulevard, en una marcha tranquila y más bien silenciosa si se compara con las que ha solido protagonizar en el mismo escenario la izquierda abertzale. Las numerosas ikurriñas que portaban los manifestantes mantenían la estética de las marchas abertzales, pero sólo de vez en cuando coreaban algunas consignas en favor de la libertad de los presos, la amnistía o su acercamiento a las cárceles del País Vasco.
Tras la pancarta que abría la comitiva y portaban los ciudadanos que habían convocado el acto, se situaron los miembros de la dirección de Batasuna. Tenía el lema Por los derechos civiles y políticos, en euskera. La reciente excarcelación de Otegi, Petrikorena y Olano hizo que su presencia en la manifestación fuera acogida con una gran expectación por sus seguidores, que les arroparon calurosamente.
Al final de la manifestación, se dio lectura al manifiesto en favor de "los derechos civiles y políticos" y se calificó de "gravísima" la prohibición del acto de Batasuna. La concentración se disolvió después de ofrecer un aplauso, pedido por megafonía, para los tres dirigentes excarcelados como símbolo de los demás presos de ETA, a los que se dedicaron todas las consignas que se escucharon durante la marcha.
El dirigente de Batasuna Pernando Barrena, que desfiló junto a Arnaldo Otegi, considera que el juez Fernando Grande-Marlaska "juega un papel de francotirador". En una entrevista publicada ayer en el Diario de Noticias de Navarra, Barrena matiza anteriores opiniones que vinculaban las decisiones del magistrado a designios del Gobierno, pero indica que éste le permite "que mantenga el rifle en las manos, que no es otro que la Ley de Partidos". Como el PSOE "va a entrar en el proceso de negociación", añade, le interesa "una izquierda abertzale debilitada".
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