Guerra critica a los socialistas que "hablan como nacionalistas"

El presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, el socialista Alfonso Guerra, criticó ayer a sus compañeros de partido que "hablan como nacionalistas", cuando esta ideología, dijo, crea "guetos" y "gulags" y representa uno de los principales problemas de la sociedad. Guerra lo dijo en referencia a algunos cargos del PSC y del PSE-EE, tras calificar de "infumables" la reforma del Estatuto catalán aprobada en el Parlamento autónomo y el plan Ibarretxe. Guerra explicó cómo el Congreso "se cepilló" ambos proyectos: "Uno, antes de entrar en la comisión, y el otro, durante la comisión".

El ex vicepresidente del Gobierno con Felipe González y ex vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, lanzó esas críticas sin citar a ningún dirigente socialista, pero al relacionarlo con las reformas de los Estatutos catalán y vasco quiso premeditadamente que los asistentes no se llevaran a error. "No se puede pasar por encima de la Constitución como pretendían", dijo durante el repaso histórico que hizo de los 100 años que las Juventudes Socialistas de España celebran en un congreso extraordinario en Bilbao. Antes, en referencia a las reformas estatutarias del País Vasco y Cataluña, había afirmado: "Al plan Ibarretxe nos lo cepillamos sin llegar a la comisión, y al catalán lo cepillamos como carpinteros".

Aclamado por los congresistas, Guerra argumentó que los nacionalismos y las tensiones territoriales, el terrorismo, y la inmigración, son los principales problemas de la sociedad actual. Aunque en esa fase del discurso tampoco citó a ningún partido, los tres que apoyan al Gobierno vasco, PNV, EA y EB, además de Batasuna, fueron los receptores del calificativo de "partidos excluyentes".

En su opinión "el derecho a decidir", eje del discurso del lehendakari, Juan José Ibarretxe, va a servir para que la mitad de los vascos metan "en un gueto" a la otra mitad. Como presidente de la Comisión Constitucional en el Congreso, aclaró: "Mi conciencia no va a ser cómplice de permitir que metan a la mitad de la sociedad vasca en un gulag".

Por esas razones, hizo un llamamiento a las Juventudes Socialistas a "combatir" los nacionalismos, para evitar que levanten fronteras entre los pueblos de España y entre sus ciudadanos. Guerra reconoció el derecho de las comunidades a reivindicar su propia identidad, pero siempre y cuando "no destruyan la del colectivo de los españoles".

Los asistentes al congreso, que será clausurado hoy con la intervención del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, interrumpieron numerosas veces al diputado socialista. Una de las más sonadas fue cuando atribuyó a la política "de criminalizarlo todo" del ex presidente del Gobierno José María Aznar la principal responsabilidad en la beligerancia de los nacionalismos españoles: "Les calentó la cabeza y acto seguido hicieron estos Estatutos infumables", criticó.

En cuanto al terrorismo, Guerra destacó que la sociedad vasca y navarra está ante la ocasión de paz "mejor planteada", pero recomendó como terapia para favorecer el proceso hablar poco del asunto. "Tenemos una perspectiva importante para acabar con este problema", pero lo mejor es "hablar poco y hacer mucho".

Tampoco faltó alguna referencia al líder de la oposición, Mariano Rajoy, al que dibujó como un personaje con tanta prisa que acaba corriendo "fuera de la pista". Al referirse a los cambios en el Gobierno planteados por José Luis Rodríguez Zapatero, bromeó con que a Rajoy no le hayan gustado, y se preguntó si estará esperando a que se los consulte. "No están dispuestos a reconocer que hubo elecciones en 2004", afirmó Guerra.

Los miembros de las JSE que llenaban uno de los auditorios del Bilbao Exhibition Center, de Barakaldo, también recibieron puestos en pie con una larga ovación a Santiago Carrillo, ex secretario general del PCE y líder de las Juventudes Socialistas el año que estalló la Guerra Civil.