Blanco: "Rajoy ha perdido la oportunidad de desear buena suerte al futuro ministro, por el bien de España"

La dura acogida que ha tenido el nombramiento de Alfredo Pérez Rubalcaba en el PP y, singularmente, en el presidente de ese partido, Mariano Rajoy, ha preocupado en la dirección socialista ante la tesis probable de que "emprendan una persecución del ministro", señalan en la dirección socialista. No obstante, se considera que "la seriedad" de Rubalcaba hará que el ataque no haga mella en la opinión pública, según las mismas fuentes.

Nada más escuchar a Mariano Rajoy, el secretario de organización, José Blanco, lamentó la reacción del líder del PP. "Rajoy ha perdido la oportunidad de desear buena suerte al futuro ministro del Interior, por el bien de España". Blanco señala que "Rajoy ha vuelto a levantar la bandera de la radicalidad y hubiera sido bueno que el principal partido de la oposición deseara suerte al nuevo ministro por el interés general y el de todos los españoles". Aun así, el secretario de organización del PSOE quiere creer que el PP tenga en cuenta la relación estrecha de Rubalcaba con el PP en la lucha contra el terrorismo. Ésta se produjo durante la etapa de gobierno de los populares y continuó un tiempo al comienzo de la legislatura hasta que ambos partidos rompieron relaciones sobre casi todos los temas, incluida la lucha contra el terrorismo. Ahora que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, las había reanudado con Mariano Rajoy, se confía en que esta primera reacción contra Rubalcaba sea muy coyuntural, según los interlocutores consultados.

"Por parte del PSOE no queremos que nada enturbie la buena relación y el buen clima que hay con el PP desde que se conoció el alto el fuego de ETA", señaló Blanco.

No obstante, este dirigente reconoció un sentimiento de pesar profundo tras escuchar las descalificaciones hacia Pérez Rubalcaba. "Es mi amigo", señaló José Blanco a este periódico.

También Rubalcaba considera a Blanco su amigo, aunque su relación con López Garrido se estrechó por su cercanía y apoyo en los momentos duros que vivió en torno a la comisión de investigación del 11-M en la que Rubalcaba sintió el hostigamiento del PP al culparle de los incidentes en torno a sus sedes en la víspera de las elecciones del 13 de marzo. Rubalcaba no tuvo éxito en su intento de demostrar que el PSOE no tuvo nada que ver con esas convocatorias. Durante un tiempo, su relación con el portavoz parlamentario de los populares, Eduardo Zaplana, fue muy fluida y hasta cordial, pero también se ha enfriado ese contacto.

En el ámbito del PSOE, las buenas relaciones entre José Blanco y Alfredo Pérez Rubalcaba han ayudado mucho a la coordinación entre todas las instancias socialistas.

Partido, gobierno y grupo parlamentario mantienen un hilo conductor a través del presidente del Gobierno, de Blanco y de Alfredo Pérez Rubalcaba.