O todos concejales o ninguno

Los vecinos de Robledillo de la Jara, un pequeño pueblo de 120 habitantes de la Sierra Norte madrileña, quieren volver a participar de forma activa en la vida política de la localidad. Por eso, han pedido al Gobierno regional que permita al Ayuntamiento volver a convertirse en concejo abierto. Y es que entre 1987 y las últimas elecciones municipales, el municipio se regía por este sistema: se elegía alcalde, pero eran los vecinos, reunidos en asamblea, quienes tomaban las decisiones que correspondían al pleno. Todos eran concejales.

Pero este tipo de organización municipal sólo es posible, según la ley, cuando el municipo en cuestión tiene menos de 100 habitantes. Por eso, en las pasadas elecciones y a causa de haber superado el centenar de empadronados, el Ayuntamiento pasó a gestionarse por régimen común (con alcalde y ediles) y las prerrogativas vecinales tocaron a su fin. El Gobierno regional piensa que volver a la gestión anterior restaría funcionalidad al Consistorio.

"He nacido aquí y siempre hemos funcionado bien participando todos"

"Yo prefiero convencer a los vecinos en los plenos, antes que vencer en una votación en la que sólo participamos los concejales. Por eso, le pedí a la Comunidad hace más de dos años la restitución del concejo abierto", explica el alcalde del pueblo, el independiente José Manuel Fernández.

En Robledillo se convoca un pleno ordinario cada tres meses. Antes de superar los 100 habitantes, en las sesiones plenarias había más participación. "Realmente era como una reunión de cualquier comunidad de vecinos", describe el regidor.

"Tomar las decisiones es ahora es más sencillo, sólo me tengo que poner de acuerdo con los cuatro concejales de mi grupo y un edil de otro grupo independiente", comenta. Aún así, Fernández prefiere retornar a la gestión anterior. "Creo que en un pueblo de tan pocos habitantes es lo normal. Además, estamos acostumbrados a ello y fue una de nuestras promesas electorales", afirma.

El alcalde llevó la petición al Gobierno regional hace ya dos años y medio. "Parece que se lo están pensando bien", ironiza. La solicitud iba acompañada de 59 firmas de vecinos a favor del concejo abierto. María González, que reside desde hace nueve años en Robledillo y trabaja en el hotel del pueblo, apoyó la pretensión municipal. Argumenta que en un lugar tan pequeño es mejor que se tomen las decisiones entre todos. "Es una manera de controlar lo que hacen los políticos. Por otra parte, a todo el mundo le gusta opinar sobre las cuestiones que le conciernen".

Saturnino González, de 74 años, "del pueblo de toda la vida", también lo tiene claro: "Por supuesto que es mejor el concejo. Todos pueden exponer sus cosas y de otra forma ni te enteras. Yo he nacido aquí y siempre hemos funcionado bien participando todos en las decisiones municipales".

Vecinos y alcalde consideran que la Ley Reguladora de Bases de Régimen Local les ampara en su solicitud. La normativa señala que funcionan en concejo abierto los municipios con menos de 100 habitantes y los que tradicionalmente cuenten con dicho régimen de gobierno y administración. También, aquellos otros que por su localización geográfica, la mejor gestión de sus intereses municipales u otras circunstancias lo hagan aconsejable.

El Gobierno regional, sin embargo, se muestra poco proclive a que el pueblo dé marcha atrás. Desde la Consejería de Presidencia explican que de acuerdo con la ley, siempre que se sobrepase el centenar de habitantes hay un cambio de régimen. Aceptan que haya alguna excepción, pero opinan que en este caso no se pueden aplicar por la evolución que está teniendo la población.

La consejería mantiene que el concejo abierto tiene únicamente funcionalidad en municipios de escasísima población y complejidad. Según sus datos, Robledillo ha pasado de los 84 habitantes de 1996 a los 120 registrados en 2005. Y el crecimiento va a continuar porque está prevista la construcción de 22 viviendas municipales, por lo que la previsión es que el número de habitantes siga en aumento.

"De acuerdo", replica el alcalde, "cuando llegue el momento en que el pueblo experimente un aumento poblacional que haga inviable el concejo abierto, pues cambiaremos. Pero de momento, tenemos todo el derecho del mundo a pedir volver al régimen anterior.

En Madrid sólo funcionan en concejo abierto cuatro pueblos, todos ellos como menos de 100 habitantes: Robregordo, de 69 habitantes; Madarcos, de 38; La Acebeda, de 60 y La Hiruela, de 79.