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Dos nuevas muertes elevan a 42 los fallecidos en el trabajo desde enero

Un dominicano cae desde un sexto piso en unas obras en el INE

Oriol Güell

Los accidentes laborales se cobraron ayer dos nuevas víctimas mortales en la región. Un obrero dominicano de 48 años murió al mediodía en el hospital de La Paz tras haber caído desde seis pisos de altura en unas obras en la sede del Instituto Nacional de Estadística (INE). Llevaba el arnés puesto. Horas antes, otro trabajador murió aplastado al caérsele encima el brazo de la grúa que manejaba, de cuatro toneladas de peso.

Un albañil de 48 años nacido en Santo Domingo (República Dominicana) es uno de los dos fallecidos. Murió en el hospital de La Paz, en el que fue ingresado por las gravísimas heridas sufridas al precipitarse al vacío desde una plataforma elevadora situada en la fachada de la sede del INE, en el número 5 de la calle de Estébanez Calderón (distrito de Tetuán).

La plataforma estaba situada a la altura de la novena planta y el trabajador cayó hasta una terraza de la tercera. Un portavoz de Emergencias 112 explicó que el fallecido presentaba traumatismo craneoencefálico severo, traumatismos abdominal y torácico graves, y fracturas y contusiones graves en las piernas. Fue trasladado por el Summa al hospital de La Paz, donde murió poco después.

El trabajador llevaba el arnés puesto, según testigos del suceso. UGT denunció que esta muerte "no se hubiera producido si se hubiera mantenido el celo preciso en el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales".

Las obras de rehabilitación del INE están siendo llevadas a cabo por la empresa Ferrovial. Fuentes conocedoras del caso explicaron que el fallecido trabajaba en una empresa contratada por Ferrovial y especialista en aplicar medidas de seguridad en proyectos de obras.

El trabajador tuvo que ser rescatado de la terraza en la que cayó por los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que prefirieron utilizar una grúa-torre de la propia obra, en lugar de la escala de bomberos, al considerar que así llegarían antes a atender al trabajador. Éste fue colocado en una batea -plancha que es utilizada para el transporte de materiales- y bajado con la grúa-torre a pie de calle.

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El otro fallecido es un hombre natural de Navarra que trabajaba en las obras de demolición de una antigua fábrica de cal en Morata de Tajuña. El siniestro ocurrió cuando el fallecido manejaba una grúa de la empresa Lizama Demoliciones para desmontar un depósito de cal de 10 metros de altura, según fuentes de Emergencias 112 y testigos que acudieron al lugar del siniestro.

La grúa utilizada es de brazo articulado, con unas grandes pinzas en la parte superior con la que iba arrancando pedazos de la estructura metálica del depósito de cal. Por causas desconocidas, el eje del brazo de la grúa se cedió y el plumín (la parte situada por arriba del eje en el brazo mecánico) se desplomó sobre la cabina de la grúa. La pieza pesa más de cuatro toneladas.

El trabajador falleció en el acto. Hasta el lugar de los hechos se trasladaron la Guardia Civil, la Policía Local, dos dotaciones del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid y un Vehículo de Intervención Rápida (VIR) del Summa, cuyos facultativos sólo pudieron certificar el óbito.

El rescate del cuerpo fue calificado de peligroso por los bomberos, que consideraron peligroso acceder al amasijo de hierros en los que había quedado convertida la cabina. Por ello fue solicitada otra gran grúa para que retirara el plumín y demás materiales de la zona en la que se encontraba el cuerpo.

Inspectores del Ministerio de Trabajo y de la Consejería de Mujer y Empleo de la Comunidad de Madrid acudieron al lugar donde ocurrieron ambos siniestros para investigar las condiciones de las obras y la situación laboral de los dos fallecidos. Las primeras indagaciones indican que en los dos casos la situación laboral de los dos fallecidos era legal.

La UGT y CC OO denunciaron que la Comunidad de Madrid se ha situado a la cabeza, junto a Andalucía y Cataluña, de los accidentes laborales con lesiones y baja laboral. "De continuar con esta progresión, se superará ampliamente la media de un fallecido cada tres días, y dos accidentes graves y 348 leves al día", denunció UGT. Comisiones Obreras reclamó que no se "escatimen esfuerzos para frenar la escalada de accidentes".

"Una sangría insostenible"

Los sindicatos UGT y CC OO sumaron fuerzas ayer para alertar "a las administraciones y a la sociedad de la sangría insostenible de muertes por accidentes laborales" ocurridos en la región desde principios de año. Desde el pasado 1 de enero, 42 trabajadores murieron, según los sindicatos.

Ambas fuerzas sindicales exigieron a la Inspección de Trabajo y al Ayuntamiento de Madrid un mayor control y vigilancia sobre el cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales.

CC OO solicitó al Gobierno regional que habilite a los técnicos del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo para que refuercen las acciones inspectoras. Por su parte, UGT-Madrid pidió que la Comunidad publique la lista de empresas que infrinjan la ley de riesgos laborales.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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