Los expertos piden que se inicie en primaria la educación contra la violencia

Empezar la educación contra la violencia escolar en la preadolescencia puede ser demasiado tarde. Será más eficaz que los niños reciban estas enseñanzas en las etapas de infantil y primaria. "Las medidas punitivas no son las adecuadas; es fundamental trabajar la prevención y utilizar la mediación y el diálogo como herramientas para abordar los conflictos". Son algunas de las conclusiones extraídas de las jornadas sobre conflictividad de las aulas celebradas en la Universidad Camilo José Cela, a las que han asistido 90 directores y orientadores escolares.

Los participantes, entre ellos el subdirector general de Alta Inspección del Ministerio de Educación, Pedro Uruñuela, y María Antonia Casanova, responsable de Promoción Educativa de la Comunidad de Madrid, recomendaron también la implicación de las familias para resolver los conflictos. "La familia debe mejorar la educación que da a sus hijos: debe dedicarles tiempo y calidad en las relaciones, transmitir valores y plantear normas", recomendaron también.

Por último, en las jornadas se destacó la necesidad de un pacto por la convivencia entre la familia, la escuela, la sociedad y los medios de comunicación, y se reclamó la modificación de la formación, tanto inicial como permanente, de los profesores.

El sindicato ANPE también ha celebrado un encuentro hispano-luso, para debatir sobre la violencia en los centros escolares y buscar propuestas para la convivencia, en el que se insistió en la necesidad de que la familia colabore con los profesores en la educación de los alumnos. "No basta pensar que la solución es sólo de recursos humanos y materiales; éstos quedarían cortos si no se actúa en relación con la familia, la sociedad y su vinculación con los centros", dijeron.

El sindicato mostró su preocupación por las condiciones en que algunos profesores dan sus clases debido a la conducta "antisocial, el vandalismo y las amenazas" que se producen "en número creciente". Una realidad, dicen, que "ha contribuido a crear un clima de desamparo" entre los docentes.