REINO UNIDO. Hasta cinco años de cárcel
Los británicos pueden ir a la cárcel por hacer demasiado ruido. El incumplimiento reiterado de las leyes ordinarias que regulan el exceso de ruido se puede pagar hasta con tres meses de prisión y una multa de 30.000 euros, además de un 10% adicional por cada día que pase sin cumplir la orden de cerrar un local.
Pero si el ciudadano ruidoso ha sido castigado con una Orden de Comportamiento Antisocial y la incumple de manera reiterada, puede llegar a ser castigado hasta con cinco años de prisión.
El Reino Unido dispone de una variada legislación en la materia. La Ley de Ruidos de 1996 da la iniciativa a las autoridades locales, se centra en combatir los excesos entre vecinos y permite impartir multas sobre la marcha de 150 euros, que pueden elevarse a 1.000 euros si se reitera el problema.
La legislación permite tanto a las autoridades locales como a la policía cerrar los locales ruidosos o incautar la maquinaria ruidosa.
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