Aviones españoles en la costa de EE UU
El programa Deepwater supone la entrega de 36 unidades del HC-235 por más de 650 millones
El reforzamiento de la dimensión militar del grupo aeroespacial europeo EADS empieza a traducirse en un importante impulso para la industria aeronáutica de España desarrollada en torno a EADS CASA y sede de la división de transporte militar. En estos momentos, tres de los productos "made in Spain", CN-235, C-295 y la modificación de los Airbus A-330 para convertirlos en aviones cisterna tienen importantes frentes abiertos en Estados Unidos, con ofertas para abastecer tanto a la Army como a las Fuerzas Aéreas y la Guardia Costera.
Las Fuerzas Aéreas y el Army preparan pedidos por 250 aviones a los que se presenta la filial española de EADS
Corren buenos tiempos para EADS CASA, la filial española del grupo aeroespacial europeo que hace unas semanas recibía un jarro de agua fría con el veto del Gobierno de Georges Bush a la venta de 12 aviones CN-235 a Venezuela por llevar incorporada tecnología de empresas norteamericanas.
El pasado jueves 23 salía del hangar de la factoría de San Pablo en Sevilla el primer HC-235A para la Guardia Costera de Estados Unidos, dentro del programa IDS (Integrated Deepwater System), con el que se pretende renovar los efectivos que vigilan las costas de aquel país.
La encargada del desarrollo del mismo es ICGS (Integrated Coast Guard Systems), una joint venture formada por Lockheed Martin y Northrop Grumman, y en él participa EADS CASA como socio de la primera. Una participación que se ha materializado ya en el contrato de tres unidades del CN-235 en su versión de vigilancia y patrulla marítima de alcance medio: HC-235A, con un valor de 91 millones de euros.
"La firma del cuarto y quinto avión son imprescindibles para garantizar la continuidad de la producción", según el presidente de EADS-CASA, Francisco Fernández. Para el consejero delegado de la compañía en Estados Unidos, José Morales, "en esta primera fase se incorpora el valor del diseño y la ingeniería", y a partir del cuarto avión se entraría en la fase de producción, por lo que el coste por unidad bajaría. No es de extrañar por tanto que, según Fernández, a este pedido se unan otros dos en un plazo "muy próximo".
A finales de la próxima década se habrán entregado 36 aparatos en función del ritmo que establezcan los presupuestos del Congreso de Estados Unidos para la entrega de fondos. En este sentido, el vicealmirante de la Guardia Costera de Estados Unidos, Terry Cross, asistente al roll out de Sevilla, se mostró "esperanzado porque el Gobierno ha entendido la necesidad que tenemos".
Según Leo Mackay, presidente de ICGS, los tres aviones contratados en firme se desplazarán a Estados Unidos a finales de este año, después de que se les instalen los sistemas de navegación en Madrid. Pero la mayor parte de los sistemas electrónicos y de comunicaciones para integrarlos en el programa general se incorporarán en Estados Unidos por parte de Lockheed Martin, por lo que se espera que estén operativos a partir de la próxima primavera, después de ser sometidos a las pruebas previas a su entrega a la Guardia Costera norteamericana.
El programa completo supera los 20.000 millones de euros (24.000 millones de dólares), de los que más de 650 corresponden a la participación de EADS CASA.
Pero no es éste el único frente de la filial aeronáutica española en Estados Unidos. Hace tres semanas se presentó a otro concurso, JCA (Joint Cargo Aircraft), para dotar de unos 100 aviones de carga media a las Fuerzas Aéreas y otros 33, que podrían ampliarse 45, a la Army. En este caso acude de la mano de Raytheon como contratista principal y ofrece tanto su modelo CN-235 como el C-295. Se trata de aparatos medianos que completarían la actuación de los Hércules C-130 de Lockheed Martin, mucho más grandes y con elevados costes operativos, por lo que esperan dotarse de unidades de menor tamaño y mejor rendimiento como los fabricados en España. Las cifras de esta operación son difíciles de concretar, según los negociadores españoles, ya que dependen de muchos factores que todavía no se han definido.
A más largo plazo, aunque debería haberse resuelto hace tiempo, se encuentra también el programa de aviones cisterna para abastecer en vuelo a los aviones de combate de las Fuerzas Aéreas. Éste se acerca a los 20.000 millones de dólares (16.600 millones de euros) por 100 unidades (80 en compra y 20 en leasing), y se adjudicó a Boeing en 2003 con el KC-767, pero el escándalo que supuso las circunstancias de la operación a finales de 2003, con varias dimisiones, entre las que destacan la del entonces presidente de Boeing, Phil Condit, el financiero John McCain y la directiva Darleen Druyun, anteriormente asesora de compras del Pentágono, ha paralizado el mismo desde entonces. En este caso, EADS CASA sería la encargada de la modificación del Airbus A-330, en el que además de otras variaciones para convertirlo en cisterna se instala el Boom System.
Parece que las giras de los directivos españoles por Estados Unidos durante los últimos años empiezan a dar sus frutos. Y resulta también significativo el emplazamiento en Mobile (Alabama) de un centro e ingeniería para desarrollar las exigencias de aquel mercado. "En el caso de los cisternas, es difícil que le den a EADS todo el programa, pero no sería tampoco normal que se la excluyera del mismo, por lo que no sería extraño un reparto del mismo", señala un directivo español.
Nace una constelación de satélites en Europa
Un nuevo gigante espacial europeo esta gestándose con el patrocinio del eje París-Berlín. La creación de un grupo constructor de satélites en Europa en torno a la francesa Thales puede ser una realidad a corto plazo si aterriza según las coordenadas previstas la operación a tres bandas que en este momento negocian la compañía francesa de electrónica y comunicaciones Alcatel, su homóloga de Estados Unidos Lucent y el grupo aeroespacial EADS, que lleva ya dos años echándole los tejos a Thales.
La, al parecer inminente, fusión de Alcatel y Lucent crearía el primer fabricante de sistemas de armas, pero con acento norteamericano en determinados ámbitos. Alcatel, titular del 9,5% de Thales, propone ampliar su participación hasta el 25% y después negociar con EADS la creación de un "Airbus de satélites". EADS, sin embargo, propone que la operación se haga simultánea y desde el principio con la aportación por su parte de la división de satélites Astrium. La participación del Estado francés en Thales (31%) y en EADS (15%) puede desempeñar un papel importante. De momento, Chirac cuenta con el apoyo de Merkel (DaimlerChrysler es titular de otro 31% de EADS). Los próximos consejos de administración de las firmas implicadas van a ser determinantes.
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