Italia da asilo político al afgano convertido al cristianismo

Italia dio ayer asilo político a Abdul Rahman, el afgano encarcelado este mes en su país por convertirse al cristianismo y que finalmente fue liberado el lunes gracias a la presión internacional. El primer ministro del país, Silvio Berlusconi, anunció ayer ante los medios la llegada de Rahman a Italia en la madrugada del miércoles aunque, al cierre de esta edición, el Ministerio de Exteriores italiano aún mantenía que el avión que salía de Kabul con el afgano no había aterrizado.

"El afgano converso Abdul Rahman está ya en Italia. Creo que llegó esta noche; ha pedido asilo político y actualmente está bajo custodia del Ministerio del Interior", dijo Berlusconi, quien señaló que el paradero del afgano es una información reservada.

La concesión del asilo político a Rhaman fue abordada en el Consejo de Ministros a propuesta del titular de Exteriores, Gianfranco Fini, que se había mostrado a favor de acoger al afgano después de que éste solicitara asilo a la comunidad internacional. "La decisión se ha tomado, el caso está resuelto", anunció el responsable italiano de Trabajo, Roberto Maroni, tras la reunión de los ministros.

Rahman fue asistente médico con las milicias muyahidin que lucharon contra la invasión soviética de Afganistán en los años 80, y trabajó en Rusia y Alemania durante nueve años. Se convirtió al cristianismo hace 16 años, cuando trabajaba para una organización cristiana en Pakistán.

El mes pasado fue detenido y acusado de haber renegado del islam. La fiscalía pidió para él la pena de muerte aunque le ofreció retirar los cargos si volvía a hacerse musulmán. Rahman se negó. En una entrevista publicada la semana pasada en el periódico italiano La Repubblica, antes de su liberación, Rahman aseguraba encontrarse sereno y añadía: "No he hecho nada de lo que arrepentirme, (...) he elegido hacerme cristiano y esto, para mí, para mi alma, no es una culpa".

La liberación de Rahman fue recibida la semana pasada con alivio por la UE. "La libertad de religión es innegociable", señaló la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner. La pena de muerte para Rahman, de haberse ejecutado, habría sido un revés para los esfuerzos de Occidente, que financia la normalización de la nación tras la guerra de 2001.